Dos rusas piden a Moscú la defensa de los derechos de sus niños finlandeses

Dos ciudadanas rusas residentes en Finlandia, pedirán el asilo político en Rusia para sus hijos nacidos de matrimonios con ciudadanos finlandeses. Así lo ha comunicado su representante, el defensor de derechos  civiles Johan Bekman, al destacar que esta decisión viene motivada por varios actos injustificables por parte de las autoridades finlandesas.

También calificó la forma de actuar de las autoridades de Finlandia como un "callejón sin salida, una mofa respecto a estas mujeres y sus niños". Según Bekman, no es la primera vez que las autoridades locales violan el convenio de la ONU sobre los derechos infantiles y las madres "se ven obligadas a dar este paso [pedir el asilo] ya que la parte finesa no está dispuesta a encontrar una solución pacífica al problema".

Ambas mujeres fueron privadas de sus derechos como madres tras divorciarse de sus maridos finlandeses.

En el caso de Rimma Salonen, un litigio entre ella y su ex marido Paavo se prolonga ya desde 2008, cuando se fue con su hijo Antón a Rusia. Entonces Paavo informó a la policía, denunciando el hecho como secuestro y tras viajar al territorio ruso, capturó al niño y lo llevó de vuelta a Finlandia en el maletero de un coche con matrícula diplomática.

Cuando Rimma fue a Finlandia para ver a su hijo, fue detenida por la policía y sometida a juicio por rapto. En octubre de 2009 fue condenada a un año y medio de prisión condicional y a pagar una compensación económica al padre y a su hijo, aunque ha presentado una apelación con el fin de lograr que se revise esta sentencia.

En cuanto a Valentina Putkonen, en mayo fue parcialmente privada de la patria potestad como resultado de la reclamación de su hija Yulia a la Unión de Protección de los Niños, que al parecer ella hizo persuadida por su padre, también ciudadano de Finlandia. La niña fue conducida a una residencia infantil, aunque trató algunas veces de huir para poder hablar con su madre. Fue entonces cuando, debido a 'la mala conducta' de Yulia, a Valentina le prohibieron ver a su hija.

Hace 5 años, al separarse de su marido, Valentina estuvo de acuerdo con dejar la custodia de sus otros dos hijos a su ex marido a cambio de poder visitarlos regularmente. "Sin embargo, no cumplió su promesa y ahora ha decidido privarme también de mi hija para vengarse", opina la rusa.