La fábrica de diplomas en EE. UU. produce catedráticos al por mayor

¿Quiere ser médico? ¿Abogado? ¿Profesor? ¿Y no tiene tiempo ni ganas de estudiar? Bienvenido a la ‘fábrica de diplomas’. Opera en Estados Unidos y ofrece diplomas de cualquier tipo, tamaño y color en plazos muy cortos. Basta con pagar unos cientos dólares, y Usted será un feliz licenciado universitario, catedrático, académico… lo que quiera. Eso sí, sólo en papel: sin conocimientos.

Una investigación estadounidense determinó que en promedio más de 1.200 aspirantes a puestos de trabajo presentan mensualmente grados universitarios de dudosa procedencia. Muchos Estados del país tienen legislaciones que castigan a estos individuos, pero en realidad se hace muy poco para cerrar o penalizar la existencia de las 'fábricas de diplomas', que continúan operando como si estudiar no valiera la pena.

Según la investigación, los cinco Estados con mayor número de diplomas falsos son California, Hawaii, Washington, Florida y Texas. Los ejecutivos de estas organizaciones no dan comentarios a los periodistas, pero es bastante fácil contactarlos si uno realmente está interesado en pagar por un título falso.

La estudiante de la Universidad de Florida Marilyn Guevara encontró un sitio en Internet que le prometía una licenciatura en tres meses… la oferta parecía demasiado buena para ser verdad. Después de concluir sus estudios secundarios y buscar ingresar a la universidad, la joven encontró ofertas de supuestas universidades. “Me pareció raro que algo fuera tan fácil… ofrecían un diploma en meses, en lugar de 4 años, para tener una licenciatura... y a un precio sumamente módico”, cuenta.

Después de investigar sobre el origen de la supuesta institución superior, Marilyn comprobó que los títulos de la misma eran falsos. Poco después, la joven logró entrar en la Universidad Internacional de Florida, una institución con acreditaciones reales.

Giovani Brunna es otro estudiante que estuvo en la disyuntiva entre una educación real y una falsa. Abogó por la primera variante, porque lo que buscaba no era el título sino los conocimientos. Pero no todos son como Giovanni y Marilyn. Mientras ellos y millones de jóvenes dedican su tiempo, dinero y energías a la búsqueda de una formación académica auténtica, otros obtienen títulos falsos de todas las profesiones posibles, incluyendo certificaciones en Medicina, Educación, Psicología y otros.

Hasta el momento, no existe una lista oficial de las organizaciones que venden estos certificados. Y es que fundar un supuesto centro de estudios es tan fácil como crear un sitio en Internet con una dirección postal anónima.

En la opinión del Doctor en Ciencias Políticas y Profesor Universitario Eduardo Gamarra, la tendencia se ha popularizado con la recesión, pues en esta época de crisis se incrementó la necesidad de tener un currículum más competitivo para poder encontrar un empleo. “Evidentemente esta situación se ha agravado aún más porque ahora una licenciatura no es suficiente para obtener un puesto de trabajo: hay demasiada competencia, entonces la gente busca títulos adicionales, calificaciones que les permitan alcanzar mejores condiciones de vida, vengan de donde vengan,” explica el profesor.

Sin embargo, en la mayoría de los casos un diploma falso puede traer más problemas que beneficios. Los expertos afirman que es muy fácil de detectar que un título no es real y cuando pasa esto nada puede ayudar a recuperar la reputación manchada. Lo confirman los casos de la ex Directora de la Agencia de Seguridad Nacional Laura Callahan, y del candidato republicano al Congreso Jeffrey Perry, que fueron acusados de tener un grado universitario proveniente de una 'fábrica de diplomas'.