La Grand Central de Nueva York renovó su bóveda
La estación ferroviaria más grande del mundo, la Terminal Grand Central de Nueva York, presentó su bóveda renovada con el mapa astrológico realizado en 1912 por el destacado pintor francés, Paul-César Helleu. El proceso de la reconstrucción del plafón emblemático gigante, su limpieza de las huellas del humo y tizne y la renovación de la pintura ocupó doce años.
El techo singular adornado con signos del zodíaco corona toda una ciudad subterránea que desde los comienzos del siglo XX entró en el libro de récordes mundiales con sus 44 andenes. Dispone de su propia central eléctrica (en la planta baja), un museo y una sala de cine y también de una multitud de mercados y almacenes, restaurantes y bares.
Entre una centena de vías férreas que se comunican por debajo de esa bóveda hay al menos una clasificada, del número 61, a través de la que el presidente Franklin Delano Roosevelt frecuentaba la metrópoli incluso durante la II Guerra Mundial y se trasladaba de Washington directamente al hotel Waldorf-Astoria, para que al público no viera en otra ocasión su debilidad física. En 1957 una maqueta de un misil balístico encañonado hacia el cielo estelar fue instalado allí mismo como una respuesta al lanzamiento del primer satélite espacial por la Unión Soviética. Aunque lo desmontaron después, la reciente reconstrucción no ha tocado la huella dejada por el pie del misil.
Siendo conocido como un gran impresionista, Paul-César Helleu realizó en el techo una serie de imágenes muy tradicionales de tal modo que Grand Central será la única estación del ferrocarril cuyos pasajeros miren hacia arriba en vez de cuidar de los pies o del equipaje. El enigma no adivinado hasta el momento permanece la consecuencia de las constelaciones que —debido a la imaginación o un error técnico del destacado pintor francés— es contraria respecto al mapa astrológico normal.
De todos modos, a partir de ahora todo el cuadro celeste brillará de nuevo con las lámparas halógenas que marcan los 59 planetas u otros objetos cósmicos y el oro de miles de estrellas y las constelaciones que las unen. Asimismo se ha agudizado mucho la aguamarina de su fondo.