“Todo lo positivo de la Unión Soviética" en un árbol navideño
A través de los juguetes que se colocaban en el árbol navideño soviético -el tradicional abeto- se puede seguir la historia entera del país, siguiendo los globos dirigibles de la Gran Guerra Patria, naves espaciales y cosmonautas durante la época de la conquista del espacio, cestas con frutas de la época de florecimiento de haciendas colectivas, conocidas como koljós, etc.… Ahora se los puede contemplar no solo en la galería de RT, sino también en Nueva York en el marco de la muestra de la mayor colección de adornos rusos para el árbol de navidad que pertenece a Kim Balaschak.
Después de pasar 13 años en Rusia, Kim reunió 2.500 artículos diferentes y se convirtió en una experta en la materia. Algunos de sus posesiones se remontan a principios de 1900, y como la coleccionista dice, traen de nuevo el encanto de una época pasada, destaca la agencia EFE.
Una gran parte de esta única colección procede de los rastros de Moscú, de los que esta estadounidense era una clienta regular mientras vivía en la Rusia postsoviética. En 2008 regresó con su esposo a Estados Unidos, con toda su experiencia sobre Rusia y encariñada con sus juguetes de Año Nuevo.
"Para mí representan todo lo positivo de la Unión Soviética, de la vida que la gente estaba viviendo, sobre todo después de la guerra y durante la segunda mitad de los años cuarenta y cincuenta. En realidad, esos fueron buenos tiempos", afirma Kim.
Y es que las diferentes páginas de la era soviética -tanto las felices como las tristes- parecen estar reflejadas en las coloridas y brillantes bolas de vidrio y en las figuras de animales.
Con una particular ternura, la estadounidense recuerda que compró su primera figurita a una anciana en 1995.
"El primero que seleccione fue un Ded Moroz pequeño, estaba hecho de algodón hilado, tenía una bolsa de tela pequeña, y era muy lindo. Así que lo compré de inmediato a una anciana que me contó la historia de la figurita. Me dijo tenía 50 años porque ella tenía más de 50 años de edad y siempre se había encargado de colocarlo bajo el árbol", recuerda.
La colección, que consta de 2.500 objetos, ha sido expuesta al público en muchas de las grandes ciudades del mundo, incluyendo, por supuesto, Moscú. Actualmente está en Nueva York, como parte de una exhibición de adornos, postales cuentos de hadas rusos ('Skazki').