¿No habrá solución pacífica para Costa de Marfil?
La misión de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) en Costa de Marfil ha fracasado. El ex líder del país Laurent Gbagbo ha rechazado definitivamente entregar el poder presidencial a su sucesor electo, Alassane Ouattara.
En una jornada de negociaciones mantenida en Costa de Marfil, estados miembros de CEDEAO presentaron a Gbagbo un ultimátum para que cediera la Presidencia del país a Outtara de manera pacífica a cambio de garantías de amnistía, seguridad financiera y exilio. El ex mandatario lo ha rechazado definitivamente.
Ahora los negociadores tendrán que presentar el resumen de la jornada ante la Comunidad Económica y se tomará la desición acerca de las posibles actuaciones. Cabe recordar que el 24 de diciembre, en su cumbre extraordinaria, la CEDEAO declaró que en caso de no abandonar Gbagbo la Presidencia, "la Comunidad no tendrá más alternativa que adoptar otras medidas, incluso el uso de la legítima fuerza".
Por el momento la CEDEAO cuenta con 12 estados miembros: Benín, Togo, Burkina Faso, Nigeria, Gambia, Ghana, Guinea-Bissau, Senegal, Cabo Verde, Sierra Leona, Liberia y Malí. Tres países –Guinea, Níger y ahora Costa de Marfil– fueron temporalmente privados de militancia a causa de golpes de Estado militares entre los años 2008 y 2010.
La tensión en Costa de Marfil sigue creciendo desde el 28 de diciembre, cuando en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ganó Alassane Ouattara. La CEDEAO, la Unión Africana y la ONU reconocieron a Ouattara como el mandatario electo. Muchos expertos advierten acerca de la probabilidad muy alta de una guerra civil en el país. Hasta ahora, a pesar de todas las sanciones políticas y financieras por parte de la comunidad internacional, Gbagbo, el jefe de Estado durante los 10 últimos años, rechaza hacer un traspaso del poder. Tanto extranjeros como autóctonos buscan abandonar este país dividido en dos.