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Rebajas: ¿una oportunidad o un peligro?

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La fiebre consumista se propaga en Europa con la llegada del invierno. Las vidrieras lucen sus mejores adornos y carteles anunciando los descuentos. Este año las tiendas de muchas ciudades europeas se vaciaron apenas comenzó la esperada semana de descuentos. Los dependientes no tardaron en deduci
Rebajas: ¿una oportunidad o un peligro?

La fiebre consumista se propaga en Europa con la llegada del invierno. Las vidrieras lucen sus mejores adornos y carteles anunciando los descuentos. Este año las tiendas de muchas ciudades europeas se vaciaron apenas comenzó la esperada semana de descuentos. Los dependientes no tardaron en deducir: la crisis terminó, los clientes son igual de generosos que hace tres años.

Según algunos cálculos, en diciembre acuden a los centros comerciales europeos tres veces más visitantes que en otra temporada. Para afrontar este ajetreo festivo los locales abren sus puertas incluso los domingos, y tienen a todo su personal incorporado al trabajo. Las ventas alcanzan su cúspide el último sábado antes de Navidad: se estima que más de 40.000 personas hacen sus compras en una tienda común de una capital europea.

¿Una oportunidad o un peligro?

El baile de cifras: 30%, 50%, 70%… para los consumistas compulsivos no son índices cuantitativos, sino un hechizo. Se pelean, pasan horas enteras en las colas, todo para adquirir prendas deseadas por un buen precio. Pero, ¿acaso en todas las ocasiones se compra lo necesario? Para los que no tienen claro qué es lo que quieren comprar las rebajas se convierten en un verdadero peligro. La elección no depende de su deseo, sino del precio: compran porque les parece barato, no porque lo necesiten.

Un sondeo realizado por el Grupo CPP España, que presta servicios de protección contra robo de identidad en tarjetas bancarias, muestra que el 17% de los ciudadanos no tiene idea de cuánto dinero gasta durante las rebajas. De esto se deduce que los que pertenecen a este 17% no tiene un presupuesto prefijado y por lo tanto es propenso a comprar productos innecesarios. Los consumidores de entre 16 y 24 años son los que menos controlan sus gastos, mientras que los más responsables son los de 45 a 55 años. En ambos casos, los hombres son los más prudentes.

Rusia: ¿rebajas o estafa?

Las rebajas en Rusia aún no han alcanzado la escala europea ni estadounidense. Si bien en diciembre casi todos los locales anuncian descuentos de hasta el 50%, los precios ya rebajados no parecen nada atractivos. Según un sondeo, el 70% de los rusos están convencidos de que las rebajas en su país son ficticias y no brindan beneficio alguno a los consumidores. Los encuestados afirman que solo en Europa o EE. UU. existen rebajas 'honestas', mientras que en Rusia desde el principio los artículos se venden al doble de su verdadero precio. De este modo, durante la temporada de descuentos los precios alcanzan el nivel inicial, haciéndoles creer a los consumidores en una rebaja 'honesta', y guardando ciertos beneficios para los comerciantes.

Lo curioso es que del 70% que no cree en las rebajas rusas, el 74% son hombres. Además, el grado de escepticismo de los consumidores depende de sus ingresos: cuanto más altos son, menos confianza hay. Sin embargo, incluso entre los que dudan hay quienes afirman que siempre se pueden encontrar 'descuentos honestos'. "Hay que estar pendiente de los precios y de las ofertas para no caer en la trampa", comentan los encuestados.

Algunos incluso quieren conseguirlos gratis

En esta temporada frenética incluso los artículos caros se consiguen por unos precios extremadamente bajos en Europa, pero aún así nunca faltan aquellos que quieren tenerlos gratis. Y parecen bastante habilidosos con su técnica: con una facilidad pasmosa los agarran y los meten en el bolsillo mientras nadie los ve...

Para los 'shoppings' el tema de los hurtos está vetado, pero los analistas financieros se han encargado de calcular sus pérdidas por ellos. De acuerdo a estimaciones previas, durante las fiestas navideñas en Europa se batió todo un 'antirécord': robaron casi 5.000 millones de euros en distintos artículos. Se trata del índice más alto en los últimos diez años. En la mayoría de los casos eran robos pequeños.

El 50% de estos miles de millones son hurtos cometidos por los visitantes, mientras que el 30% 'se reparte' entre los empleados temporales. El resto es atribuible a los suministradores. Además, hasta un 18% de los artículos se pierden, sea por falta de atención del personal de los locales o en el proceso de entrega. Los especialistas señalan que alrededor del 18% de los robos se realizan por impulso, espontáneamente, sin preparación previa.

Los psicólogos concluyen que el típico 'ladrón navideño' tiene alrededor de 25 años y es varón. Determinar el sexo, según los especialistas, no fue una tarea difícil: resulta que la lista de los artículos más robados está encabezada por las bebidas alcohólicas y la ropa masculina.

Para evitar los hurtos se han elaborado un sinfín de dispositivos electrónicos. La empresa Checkpoint Systems acaba de estrenar una alarma que va a sonar incluso fuera de los 'shoppings', hasta que se le agote la pila. Sin embargo, ningún artificio técnico puede proteger de los ladrones profesionales. No sólo los dependientes se convierten en sus víctimas, sino también los consumidores. Así que tengan cuidado, y no sólo en la temporada de los descuentos.

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