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La revista infantil de humor más famosa de la URSS cumple 55 años

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La más famosa revista infantil rusa de humor celebra su 55 aniversario con una singular exposición en la Galería Tretiakov en Moscú. Vesiólie Kartinki (Los Dibujos Divertidos) es la única revista que no tenía censura en la época soviética, pero no evitó los difíciles momentos durante la guerra fr
La revista infantil de humor más famosa de la URSS cumple 55 años

La más famosa revista infantil rusa de humor celebra su 55 aniversario con una singular exposición en la Galería Tretiakov en Moscú. Vesiólie Kartinki (Los Dibujos Divertidos) es la única revista que no tenía censura en la época soviética, pero no evitó los difíciles momentos durante la guerra fría. La exposición muestra unos 280 dibujos de los 5.000 originales que contiene la colección de la revista desde 1956. Los personajes de la revista acompañaron con sus historias a varias generaciones de niños de Rusia, lo que asegura el interés natural del público.

Se exponen tanto obras de los clásicos de la ilustración soviética, como Vladímir Suteev, Iván Semiónov y Konstantín Rótov, como de artistas actualmente famosos del arte moderno, conocidos por obras a veces totalmente contrarias a lo que mostraban en Vesiólie Kartinki y expuestas en las principales galerías del mundo, como Ilia Kabakov, Victor Pivovarov y Eduard Grokjóvski.

La mayoría de las obras se exponen por primera vez desde el año 1956, año de nacimiento de la revista creada por Iván Semiónov, el destacado caricaturista ruso.



“Hace 50 años todavía 'trabajaba' como niño en el jardín infantil. '¡Por fin inventaron una revista alegre especialmente para ti, Seriozha!', dijo una vez mi abuelita. '¡No hay otra igual en todo el mundo!' Me entusiasmó muchísimo. Mi padre estaba suscrito a los periódicos, mi abuelito recibía una revista sobre jardinería. Y yo también quería hacerme igual de respetable que ellos. Y cada mañana empezamos a ojear el buzón. Y, claro, ¡al fin la recibimos! ¡Así me convertí en uno de los primeros lectores de la Las Dibujos Divertidos!” destaca Serguei Geórgiev en su telegrama de felicitación a la revista.

Durante su historia la revista publicó unos 100.000 cuentos con unos 3 millones de ilustraciones, y todo esto lo leyeron los niños de 40 países. La creación de la revista fue apoyada por los mejores poetas soviéticos y rusos y por una gran cantidad de ilustradores.

“La felicidad no se puede capturar. Pero he encontrado la explicación a la felicidad. Es cuando amas tu trabajo. Estoy dispuesto pintar días y noches enteras, hasta agotarme físicamente. Y todavía no estoy acostumbrado al momento enigmático en el que de las paletas de acuarela de diferentes colores y de una botella con el agua turbia nace una maravilla del espacio, un milagro del tiempo, una época, una historia, los enigmas de botánica o algo más. Y todo esto está en un solo trozo de papel fino sobre el que, siendo sincero, tienes que trabajar mucho. Pero ya he encontrado la explicación. Y estoy feliz”. Eran las palabras de uno de los redactores principales de la revista, el famoso Rubén Varshámov. Ahora su puesto lo ocupa Inna Antipenko, que no sólo mantiene el espíritu de la revista sino que también lo comparte con otras publicaciones infantiles sobre la naturaleza y el arte.



Y si ahora la revista es percibida con benevolencia, en su historia hubo un momento en el que la acusaron de no encajar en el modo de pensamiento soviético. El personaje que estaba bajo sospecha de las autoridades de la URSS era el protagonista principal de la obra, Karandash (lápiz). Con buena cabeza, erudito y pintor talentoso a quién respetan sus amigos por su bondad y sentido de humor, llevaba una boina, considerada en algún momento como un rasgo burgués, blusa y un lazo encarnado: un aspecto que simboliza la libertad de pensamientos y la apertura, lo que provocaba la desconfianza de parte de los órganos oficiales de URSS.

Junto con Karandash, en las páginas de la revista 'vive' un mundo entero de personajes alegres. Entre ellos están Samodelkin (un robot que lucha con el virus de los ordenadores), Petrushka (el justo e ingenioso héroe de los teatros rusos antiguos), el juguetón perezoso que no sabe nada Neznaika, Burattino (Pinocho) y Chipollino, Pulgarcita (en la época soviética se convirtió en la imagen de una pionera, mientras que ahora es más coqueta) y Hurvínek (un héroe de la clandestinidad checa antifascista en la época soviética y ahora simple turista de la República Checa que hace muchas preguntas).

Es casi la única revista de la URSS que por razones de abundancia de ilustración y mínimo de texto no se sometía a la censura. Pero esto no provocaba ningún 'abuso' por parte de los redactores. La revista, enfocada en la ampliación de los horizontes intelectuales, experimentaba con todo, desde el formato hasta el diseño. Así, en ocasiones, en lugar de la revista convencional en los buzones aparecía una que se transformaba en una gran hoja de papel con un juego de mesa.

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