Bielorrusia afronta sospechas de fraude ya en vísperas de las elecciones
El sábado es el último día de la votación anticipada de las elecciones presidenciales en Bielorrusia, que comenzó el pasado 14 de diciembre. La mayoría de los votantes acudirán a las urnas el domingo 19 de diciembre.
A diferencia de muchos otros países, en Bielorrusia no existe la llamada ´jornada de reflexión´ que precede al día de las elecciones. Este día está prohibida cualquier propaganda a favor o en contra de uno u otro candidato, para que los electores puedan razonar y tomar tranquilamente su decisión.
Durante el proceso de votación no se produjo “ningún exceso”, según señaló el secretario de la Comisión Central Electoral de Bielorrusia, Nikolái Lazovik. “Hay algunas reclamaciones por parte de los observadores nacionales, que, por regla general, no están basadas en las normas legales y surgen de una peculiar interpretación de las leyes”, dijo.
Los defensores de los derechos humanos de la República señalan que la votación anticipada es la etapa del proceso electoral que les provoca mayor preocupación, ya que, según ellos, ofrece muchas posibilidades para falsificar los resultados. Los activistas incluso incitaban a los electores a no acudir a las urnas de antemano, para evitar las posibles manipulaciones de las papeletas electorales.
De acuerdo con la información de la Comisión Central Electoral, fueron imprimidos 7,447 millones de papeletas para las elecciones. Conforme a la ley bielorrusa, la cantidad de papeletas no puede superar a la cantidad de votantes registrados en más de un 5 %.
Según los últimos datos de la Comisión Central Electoral del país, alrededor del 12% del electorado ya ha ejercido su derecho al voto.
Este año 10 candidatos, pretenden asumir el cargo de presidente, lo que es un récord para Bielorrusia. En las elecciones anteriores celebradas en el año 2006 había 4 pretendientes al puesto presidencial.
Entre los candidatos está el líder actual del país, Alexánder Lukashenko, que lleva ya 16 años al frente del Gobierno.
Este año Lukashenko autorizó la realización de mítines de sus opositores, a diferencia de los años anteriores, cuando cualquier manifestación pública de la oposición se penalizaba.
La oposición del país está planeando numerosas manifestaciones después de que se hagan públicos los resultados oficiales de las elecciones presidenciales en Bielorrusia.