El arte conceptual de Wilfredo Prieto sobrevuela Madrid

Con un helicóptero a 30 metros del suelo atado por una cuerda a la pata de una mesa. Así inauguró el cubano Wilfredo Prieto, maestro del 'arte efímero', su exposición 'Amarrado a la pata de la mesa' en el Centro de Arte Dos de Mayo en Móstoles (Madrid). Esta 'performance', que hace referencia al título de la muestra, existió solo una hora, como las 50 piezas que la componen, todas ellas de carácter efímero. Los materiales elegidos son objetos cotidianos -como una cáscara de plátano, una sandía o un charco de Coca-Cola- que retan al espectador a ver otros significados más allá de los evidentes.

La muestra individual 'Amarrado a la pata de la mesa' es la más grande que un museo español le ha dedicado, según Prieto, un artista que vive entre La Habana y Barcelona. En España, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) le brindó en 2006 su primera oportunidad de exponer individualmente con su instalación 'Mucho ruido y pocas nueces'.

La exposición, cuyo comisario es Ferrán Barenblit, director del Centro de Arte Dos de Mayo, no plantea una tesis, sino que exhibe 50 obras -principalmente esculturas e instalaciones- que fueron concebidas para que funcionen con autonomía, afirmó el artista a EFE en una entrevista telefónica.

Por lo que la muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 24 de abril, no aspira a tener una línea narrativa, sino que es una demostración del proceso creativo de un artista postconceptual no interesado en tener un estilo y un lenguaje que pueda ser indentificable a golpe de vista por la crítica y el mercado.

Para Prieto, la concepción de las ideas, es decir, lo que plantea a nivel intelectual y que el espectador tiene que averiguar o intuir, prima con respecto al soporte elegido que habitualmente es un objeto cotidiano.

De manera que en el recorrido de la muestra el visitante va a encontrarse ante esculturas que suponen un reto para ser entendidas, como una sandía fresca sin cáscara y con forma cúbica, o una piel de plátano sobre una pastilla de jabón y una mancha de grasa.

Esculpir un bloque de mármol es tan importante como hacerlo con objetos tan cotidianos como líquidos o alimentos, señaló el artista, que recibió la Beca John Simon Guggenheim 2006 y el Premio Cartier 2008.

Valorar más una pieza realizada en un soporte de piedra, papel o madera -que también utiliza Wilfredo Prieto- con respecto a otro que se pudre -como la escultura 'Políticamente correcto', que es una sandía cúbica- es "un prejuicio histórico", afirmó.

En su opinión, el uso creativo de objetos que son habituales en el día a día ayuda a mantener una comunicación con el espectador y un "sentido de la creación abierta".

Su proceso creativo se mantiene al margen de la corriente de 'arte efímero' porque la huella que imprime el paso del tiempo sobre la pieza no interesa a Wilfredo Prieto.

Cualquiera de las obras de Prieto exhibidas en el centro madrileño son herramientas intelectuales del artista para invitar al espectador a cuestionarse cómo es su apreciación del arte, así como para plantear cuál es la actitud social ante el arte contemporáneo y postconceptual.