Se considera la causa de tres montañistas 'espías' en Teherán
La Justicia 'revolucionaria' iraní necesitará al menos una audiencia más para fijar la culpa o reconciliarse con la inocencia de los tres montañistas, acusados de espionaje en favor de Estados Unidos.
Shane Bauer y Josh Fattal, ambos de nacionalidad estadounidense, han permanecido en custodia preventiva desde el verano de 2009 para comparecer ante un juzgado de Teherán, en donde rechazaron los cargos que a la vez resultaron siendo poco fundamentados, de acuerdo con la defensa. La tercera participante del presunto 'grupo de espías', considerada como novia de Bauer, fue puesta en libertad bajo fianza en septiembre pasado con motivo de su estado de salud amenazante. Últimamente se ha negado a volver a Irán, corriendo el riesgo de perder la fianza totalizada en 500.000 dólares. Sarah Shourd se declaró inocente en ausencia y del mismo modo será juzgada en adelante, aunque la fiscalía le recordó que debía presentarse a la primera vista del juicio.
Masud Shafié, el abogado de los tres, reveló a los medios de comunicación internacionales que el juez presidente en el tribunal, Abolghasem Salvati, le impedía consultar a los imputados así antes como después de la audiencia del domingo. Y este es el mismo quien procesó en mayo pasado a la profesora francesa Clotilde Reiss, también acusada de espionaje, además de un complot contra el Gobierno iraní. Entonces los fiscales no lograron comprobar la culpa de la joven francesa en los dos delitos principales, sin embargo fue multada con 285.000 dólares por la participación en las manifestaciones populares.
El trío de los infractores de origen norteamericano fue detenido por las autoridades iraníes en julio de 2009 en una zona fronteriza, mientras estaban practicando senderismo por las montañas del Kurdistán iraquí, muy cerca de un control limítrofe. La liberada condicionalmente ha asegurado que “invadieron” el territorio de la vecina república islámica solo después de que vieran a un oficial agitándoles la mano que, según interpretaron ellos, les invitaba a bajarse. Precisamente en aquel momento, opina, los tres traspasaron la línea fronteriza.
La audiencia pasó a puertas cerradas, pero los fotógrafos de la prensa local consiguieron tomar un par de imágenes de los dos montañistas citados en la sala del tribunal sin manillas ni cadenas. Después de la audiencia que duró cinco horas, ambos fueron devueltos a la cárcel capitalina de Evin, donde ya permanecen casi 18 meses. No obstante, la defensa está resoluta a demostrar en la próxima vista (la cual, se supone, será la última) la insuficiencia de las pruebas que son muy escasos en este expediente.