16 detenidos en la protesta de Greenpeace en la central de Cofrentes
Activistas de Greenpeace protestaron ayer en la central nuclear de Cofrentes, Valencia (España), para reclamar su cierre, ya que su licencia de explotación expira el próximo mes de marzo. En la madrugada del martes algunos miembros de la organización ecologista irrumpieron en la instalación cortando las vallas de entrada a la central con sierras radiales y accedieron a la torre oeste de refrigeración, desplegando pancartas reivindicativas.
Los más insistentes permanecieron en el lugar 10 horas seguidas, de las 6:30 (hora local) hasta las 16.45, cuando las Fuerzas de Seguridad lograron desalojar a los últimos representantes del grupo. Según informa un comunicado de Greenpeace, la jornada dejó un saldo de 16 detenidos: 15 miembros de la organización, más un fotógrafo independiente.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) comenta que la planta ha recuperado la normalidad y la alerta de emergencia ha sido dada por finalizada. Según el CSN, en ningún momento la seguridad de la central se ha puesto en peligro: los miembros de Greenpeace no han penetrado en zonas vitales de la instalación.
Las autoridades comunican que durante la jornada tres empleados de Cofrentes resultaron heridos. Greenpeace, por su parte, acentúa que si los trabajadores han sido lesionados "en ningún momento se ha debido a ningún comportamiento violento de los activistas". Subraya que las protestas han tenido un carácter exclusivamente pacífico. La ONG demanda una rectificación pública a Miguel Sebastián, ministro de Industria, Turismo y Comercio, quien lamentó "la violencia empleada por la organización ecologista Greenpeace", y precisa que sus declaraciones carecen de todo fundamento.
Greenpeace insiste en que no se renueve el Permiso de Explotación de Cofrentes, que expirará el 19 de marzo, y que se realice el cierre definitivo de la central. Miren Gutiérrez, directora ejecutiva de Greenpeace España, subraya "la necesidad urgente de establecer un calendario de cierre" y comenta "la falta de seguridad" y vigilancia adecuada en la instalación. Asegura que fueron los mismos activistas de la organización los que llamaron a la Sala de Emergencia del CSN, SALEM, y avisaron de que habían entrado en la central para realizar una acción de protesta.