Asciende a 116 el número de cadáveres encontrados en el noroeste de México
El Gobierno mexicano confirma que asciende a 116 el número de cadáveres hallados en varias fosas en el estado de Tamaulipas.
El pasado 7 de abril las autoridades mexicanas encontraron 59 cadáveres en ocho fosas en un rancho de Tamaulipas, en el noreste del país, cerca de donde en agosto de 2010 fueron asesinados 72 inmigrantes centroamericanos. Ayer, se localizaron 13 cadáveres más en cinco fosas clandestinas en el municipio Ahome. Las autoridades no descartan nuevos hallazgos.
Fue un campesino que pastoreaba en un campo de maíz quien alertó a las autoridades sobre el último hallazgo. En el mismo campo había una casa abandonada en cuya fachada se podían observar huellas de impactos de proyectiles. Se cree que allí los criminales torturaban a sus víctimas antes de matarlas.
Ninguno de los cuerpos encontrados ha podido ser identificado por su avanzado estado de descomposición. Entre las víctimas hay dos mujeres. Se ha dado a conocer extraoficialmente que dos de los fallecidos podrían ser Ethel Murillo e Ingrid Murillo Sierra, jóvenes estudiantes que desaparecieron el 18 de octubre del 2010 en la Ciudad de Los Mochis, Municipio de Ahome. Sus familiares se trasladaron al lugar para identificarlas.
La Fiscalía General del país sospecha que detrás de estas muertes está el cártel de drogas los Zetas. En la casa campesina se hallaron mensajes presuntamente escritos los Zetas y sus cómplices, los hermanos Beltrán Leyva.
Hace tiempo los Zetas se han convertido en la organización delictiva más repudiada por la sociedad mexicana debido a sus prácticas de secuestro, extorsión y terrorismo en contra de la población civil, sobre todo en estados como Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.
La Fiscalia General informa que ya han sido capturadas 17 personas, supuestamente implicadas en dichos crímenes. Mientras tanto, en esta región se mantiene un dispositivo permanente de seguridad.
Tamaulipas, estado fronterizo con Estados Unidos, es una de las regiones más afectadas por la violencia del crimen organizado. Desde diciembre de 2006 en esta zona han sido asesinadas más de 34.600 personas a pesar de las medidas drásticas tomadas por el presidente Felipe Calderón en la lucha contra el narcotráfico.