Un zoo chino presenta al público a dos ositos polares nutridos artificialmente

Especialistas del parque de la vida salvaje de la provincia china de Liaoning presentaron al público dos ositos polares. Los cachorros nacieron muy débiles -pesaban menos de 500 gramos frente al mínimo establecido de 750 gramos- y fueron sometidos a un tratamiento de emergencia.

Los empleados del parque tomaron la decisión de separarlos de su madre y hacerse cargo de los pequeños. En la naturaleza, las osas, como las hembras de muchas otras especies, suelen abandonar a sus crías si nacen enfermos y dedicarse a los pequeños que son sanos. La causa principal es el déficit de alimentos: nutrir a uno que puede no sobrevivir significa un riesgo demasiado alto para la vida de los que son más fuertes.

Dos ositos, un varón y una hembra, vieron la luz el 7 de enero de 2011. Sus padres aparecieron en el parque hace 10 años, en 2001: fueron un regalo por parte del Parque Nacional de Finlandia a China. Estos gemelos han sido su segunda camada.

Durante casi cuatro meses los especialistas han nutrido a los ositos de manera artificial, con biberones. Ahora parecen sanos y llenos de fuerza. El peso del cachorro varón llegó a los 16 kilos y su altura a más de 1 metro. Su hermana alcanzó los 15,2 kilos de masa y los 85 centímetros de altura. Ya han aprendido a andar y disfrutan de la vida jugando entre ellos.

Ahora los pequeños tienen otro problema por resolver: acostumbrarse a la comida sólida. Según sus criadores, es necesario que su sistema digestivo se adapte a varios tipos de alimentos lo antes posible: esto mejorará sus funciones físicas y aumentará sus habilidades para sobrevivir. Les queda poco hasta que sean trasladados de la sala de camadas a los territorios ocupados por ejemplares adultos.