Bolivia, parcialmente paralizada por una huelga en el transporte colectivo

Bolivia ha quedado parcialmente paralizada el viernes por la huelga de conductores del transporte colectivo que piden aumentar el precio del billete para el transporte público para compensar la subida del coste de la vida.

Los chóferes de ocho de las nueve regiones del país (a excepción de Santa Cruz) participaron en la huelga, según el jefe de la Confederación de Chóferes de Bolivia, Franklin Durán La Paz.

Los conductores exigen subir el precio del boleto de 1,50 a 1,80 bolivarianos (de unos 20 a unos 25 céntimos del dólar). Esta demanda se debe al aumento del coste de la vida provocado por el llamado ´gasolinazo´. En diciembre del año pasado el presidente de Bolivia, Evo Morales, decretó la subida del precio del combustible en un 82% y a pesar de que luego retiró esta decisión, el hecho provocó una fuerte inflación.

Asimismo los sindicatos apelan a que desde 1999 el salario mínimo ha crecido de 55 a 96 dólares, mientras que las tarifas de los conductores no han sufrido cambios en este periodo.

A su vez, el ministro de Comunicación, Iván Canelas, asegura que “no se justifica una elevación de las tarifas”, dado que el Gobierno tomó la decisión de mantener la subvención al coste del combustible.

Las Fuerzas Armadas ofrecieron sus vehículos para transportar a los ciudadanos en el periodo del paro, que obligó a numerosos colegios a suspender las clases.

Los jefes de los sindicatos declararon que estudian la posibilidad de declarar una huelga de 48 horas la semana que viene, aunque no descartan dialogar con el Gobierno.

Mientras tanto las negociaciones entre la Central Obrera Boliviana (COB), el mayor sindicato del país, y el Gobierno, no han avanzado. La COB, que está exigiendo un aumento salarial, continuará el debate con las autoridades el lunes, según ha comunicado el líder de la organización, Pedro Montes. El pasado 18 de febrero la COB convocó una huelga general contra la subida de los precios.