Unos ancianos protestan por el cierre de centros de jubilados en Nueva York

Unos 300 ancianos protestaron en Nueva York por el posible cierre de 18 centros de atención para la gente de la tercera edad. En el condado existen un total de 24 centros para los ancianos, muchos de los cuales son latinos.

El nuevo presupuesto presentado por el gobernador demócrata Andrew Cuomo recortó 70 millones de dólares en los servicios a los ancianos y, de ese total, la ciudad ha economizado 25 millones de dólares. Como resultado, una de las medidas anunciadas por el alcalde Michael Bloomberg para recortar el déficit de 700 millones de dólares es el cierre de los centros.

Junto a los ancianos, en la manifestación participaron senadores y asambleístas estatales, así como concejales de la ciudad. El senador José M. Serrano, que participó en la protesta, dijo que los centros representan un gran beneficio social para los ancianos y que cerrarlos sería devastador e inhumano.

"En estos sitios los ancianos tienen acceso a entretenimiento, programas de salud, comida y educación. Representan un segundo hogar para muchas personas. Si desaparecen, el impacto sería devastador para la comunidad latina y para la comunidad en general", comentó.

Ana Rivera y María García, de 63 y 65 años de edad, acuden diariamente a uno de los centros que van a ser cerrados y no saben qué va a pasar con ellos. "Mi esposo y yo vamos al centro, y allí nos dan desayuno y almuerzo y muchas actividades, y lo mejor es que hay un personal maravilloso. Es mi segundo hogar", afirmó Rivera.

Los ancianos dijeron que sus hijos han formado sus propias familias y no les visitan frecuentemente y otros destacaron que están solos, por lo que sus compañeros y el personal de estos centros se han convertido en su única familia.

Estos lugares reciben todos los días entre 60 y 150 personas y en algunos la cifra es mayor, según Katherine Martínez, subdirectora del Presbyterian Senior Centers, que administra seis centros en El Bronx, algunos de los cuales podrían ser cerrados.