Dimite el funcionario que criticó las condiciones de reclusión de Manning
El portavoz del Departamento de Estado de los EE. UU., Philip Crowley, renunció tras criticar las condiciones bajo las que se encuentra recluido Bradley Manning, sobre quien pesa la sospecha de haber cooperado con el portal WikiLeaks. En su seminario en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, Crowley comentó a los estudiantes que no comprendía por qué a Manning le trataban así, y dijo que es “ridículo, contraproducente y estúpido”. Sin embargo, Crowley opinó, que el acusado “está en su lugar” al estar detenido en una prisión militar.
Las palabras del ya ex portavoz tuvieron una gran resonancia en el país, solo un día después de que el presidente Barack Obama también fue preguntado sobre Manning. Obama respondió, que había consultado al Pentágono y que le dijeron que las condiciones de detención eran "apropiadas" y que "se correspondían a los estandartes básicos".
“Al tener en cuenta el impacto de mis palabras, por las que asumo toda mi responsabilidad, he presentado mi renuncia”, escribió Crowley a la secretaria de Estado Hillary Clinton. Añadió, que sus comentarios “fueron dirigidos a subrayar el impacto amplio y estratégico de las acciones discretas, empleadas por las agencias nacionales de seguridad cada día y su impacto a nuestra posición global y de liderazgo. El uso de la fuerza en los tiempos actuales, en un ambiente de medios implacables debe ser prudente y correspondiente con nuestras leyes y nuestros principios”. Clinton comentó, que había aceptado la renuncia “con tristeza”.
El soldado Bradley Manning estuvo destinado por el ejército estadounidense en Irak y ahora está acusado de la filtración de documentos secretos, que luego fueron publicados por el portal WikilLeaks. Por el momento se encuentra en unas condiciones que preocupan a muchas organizaciones mundiales de derechos humanos, como Amnistía Internacional. A principios de marzo su abogado declaró que Manning fue objeto de vejaciones y tratamientos inapropiados en su prisión militar.
El soldado está obligado a dormir desnudo para evitar que se suicide y también a llevar un traje especial que persigue un fin similar. Se encuentra recluido en una celda de 1,8 por 3,6 metros durante 23 horas al día, le observan cada cinco minutos y solo durante la única hora que resta tiene posibilidades de moverse. Su abogado denunció que esas medidas violan el reglamento militar y además no tienen ningún sentido, ya que el psicólogo de la prisión llegó a la conclusión de que Manning no presenta un peligro para si mismo.