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Un espectáculo de fuegos artificiales coronó el Día de la Victoria en la capital rusa

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Parece que ni un solo moscovita se quedó en casa este lunes: todos salieron a la calle para festejar el 66 aniversario del Día de la Victoria sobre el fascismo. Conciertos gratuitos, ferias y por supuesto el desfile militar tradicional han sido las principales actividades de la programación cultu

Parece que ni un solo moscovita se quedó en casa este lunes: todos salieron a la calle para festejar el 66 aniversario del Día de la Victoria sobre el fascismo. Conciertos gratuitos, ferias y por supuesto el desfile militar tradicional han sido las principales actividades de la programación cultural realizada por la Administración municipal. Según marca la tradición, las amplias celebraciones se coronaron en Moscú, como en otras ciudades rusas, con un espectáculo impresionante de fuegos artificiales.

La muchedumbre de moscovitas con banderas de Rusia y la URSS, y con cintas de San Jorge, se reunió en la Plaza Roja, en algunos puentes del centro, y en otros lugares con buena visibilidad en la capital rusa para contemplar este espectáculo de luces.

El evento empezó en Moscú a las 22.00, hora local. Hasta treinta veces se escuchó la artillería en el cielo capitalino antes del espectáculo, y 72 instalaciones especiales lanzaron los fuegos artificiales coloridos.

Observando los fuegos artificiales con gritos de orgullo, sacando fotos y hablando sobre la hazaña de sus bisabuelos durante la Gran Guerra Patria, los moscovitas terminaron este día tan importante para todo el país.

La tradición de celebrar la victoria con fuegos artificiales nació en 1943, la idea apareció de forma espontánea. En el día de la liberación de las ciudades de Orel y Bélgorod, en una conversación con sus comandantes Stalin mencionó que en los tiempos anteriores a la revolución se habían celebrado las victorias con el sonido de las campanas. Como la iglesia prácticamente se prohibió en la URSS, el sonido de las campanas no podía utilizarse. De ese modo Stalin, en honor de la victoria sobre el fascismo, ofreció organizar fuegos artificiales festivos en la capital. Tuvieron solo unas horas para prepararlos, se reunió toda la artillería que alcanzaron a encontrar. Así, consiguieron 24 cañones de combate del interior del Kremlin y otros cien cañones antiaéreos de otras partes de la ciudad. Utilizaron toda la munición de cartuchos sin balas.

El 5 de agosto de 1943, en el cielo nocturno de Moscú, atronaron doce veces 124 piezas de artillería. Fueron las salvas en honor de la liberación de los fascistas de las ciudades soviéticas de Orel y Bélgorod. Miles de fuegos artificiales multicolores infundieron esperanzas a la gente. Así lo recuerdan los testigos de esos primeros fuegos de la victoria.

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