Dos vándalos de EE. UU. arrancaron una escultura y jugaron con ella a la pelota

Dos soldados estadounidenses ebrios arrancaron un dedo de una composición escultórica en Cesky Krumlov, una ciudad de la República Checa, y jugaron con él como si fuera una pelota. El fragmento cercenado formaba parte de una escultura que representa los dedos de una mano saliendo del pavimento.

Dos efectivos de la base militar de EE. UU. ubicada cerca de la ciudad salieron al centro urbano para festejar que se habían licenciado y celebrar también el Día de la Victoria. Durante el paseo nocturno por la ciudad, reconocida patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO, y tras visitar una cervecería, vieron una escultura insólita y empezaron a mofarse de ella.

Una vez arrancado el dedo del hormigón en el que estaba instalado, lo llevaron a la plaza Mayor. Allí se encontraron con un turista finlandés con el que jugaron a un improvisado balonmano antes de que la policía detuviera a los tres 'deportistas'.

Los policías quedaron perplejos al apreciar la fuerza de los soldados. Admitieron que debería de haber sido muy difícil arrancar el monumento del hormigón. “Esto es muy difícil incluso con el uso de maquinaria pesada”, advirtieron.

Sin embargo, a los tres participantes del impertinente 'juego' les esperan acusaciones de robo y vandalismo. El precio del agravio quedó establecido en 15.000 coronas checas, lo que equivale tan solo a 900 dólares estadounidenses.