Las lecciones de etiqueta de una suegra inglesa revolucionan la red

Un correo electrónico enviado por una mujer británica a la futura esposa de su hijo, reprendiéndola y dándole lecciones de etiqueta por su falta de roce social causa furor en la red.

Carolyn Bourne, de 60 años de edad, una cultivadora de flores de Devon, sur de Inglaterra, le envió instrucciones precisas sobre etiqueta a Heidi Withers, de 29 años, la novia de su hijastro Freddie. La futura nuera, aparentemente ofendida al recibir el mensaje se lo envió a sus amigas, quienes a su vez lo divulgaron en Internet, en el que, entre otras cosas, expresa lo siguiente:

“Ya es hora de que alguien te enseñe buenos modales. Obviamente los tuyos brillan por su ausencia y siento pena por ti. Si deseas ser aceptada por la amplia red de la familia Bourne, te sugiero que tomes rápidamente algunas lecciones con expertos (…) Éstos son unos pequeños ejemplos de tu falta de modales:

Cuando uno es invitado en una casa ajena, no se debe decir lo que va o no va a comer, a menos que sea alérgico a algo. No se reclama que no te sirvieron la suficiente cantidad de comida. Uno no empieza antes que los demás, y no se sirve más si el anfitrión no lo invita.

Cuando eres invitada en casa ajena, uno no se queda en la cama hasta tarde, sobre todo en casas que se levantan temprano. Nunca debes insultar a una familia de la cual formarás parte en cualquier momento, y mucho menos en público. Entiendo que quisiste hacerlo pasar como una broma, pero la reacción en el bar, más que risas, generó pánico. Regularmente, te gusta llamar la atención. Tal vez debas preguntarte por qué.

Nadie se casa en un castillo, a menos que viva en uno. Es un comportamiento escandaloso, como si se tratara de una celebridad. Entiendo que tus padres no son capaces de contribuir en gran medida con los gastos de su boda. (No hay nada malo en ello, aunque la convención haría suponer que podrían haber ahorrado para el matrimonio de su hija). Si este es el caso, lo más apropiado para una dama elegante sería reducir sus expectativas y tener una boda modesta, como corresponde a los ingresos de ustedes dos”.

La señora Bourne termina su misiva con las palabras “me compadezco de Freddie”. Pese a haber sacado todos los trapos al sol, ninguna de las partes se ha pronunciado sobre esta lección pública de etiqueta que circula por la red.