Golfo Pérsico: el paraíso de los automóviles de lujo
Con una demanda alimentada por las ganancias procedentes de los altos precios del petróleo —más de 100 dólares por barril—, los multimillonarios árabes han batido los récords de compras de vehículos Rolls-Royce de BMW, Maserati de Fiat SpA y Porsche.
El jeque Hamad Bin Hamdan Al Nahyan, miembro de la familia gobernante de Abu Dabi, es en gran medida la razón de que el golfo Pérsico se haya convertido en un mercado bullente de automóviles de lujo.
Sheikh Hamad, conocido como 'el jeque del arcoíris' por su afición a los colores brillantes, ejemplifica la desproporción de este tipo de automóviles en la región.
Su colección de más de 200 vehículos, que incluye una réplica de cinco metros de alto de un automóvil Dodge Power Wagon y un coche-discoteca transparente, se encuentra en un museo en forma de pirámide.
Las ventas de coches de gama alta en los países del golfo Pérsico, entre ellos los Emiratos Árabes Unidos, crecerán un 20% este año, dos veces más que la tasa global del 9,7% en el segmento, según los datos de IHS Automotive.
De acuerdo con los expertos del sector, la compra de coches de lujo en los países del Golfo es “la extensión del ego”: a los consumidores adinerados les gusta jactarse de su riqueza más que a los europeos y estadounidenses.
Los expertos afirman que la racha de ventas continuará: el mercado se duplicará entre 2010 y 2015, frente al aumento del 51% esperado a nivel mundial.
Las perspectivas optimistas para la mayor parte del Golfo contrastan con otras zonas del mundo árabe, donde los levantamientos han derrocado los Gobiernos de Egipto y Túnez, ha comenzado una guerra civil —Libia— y la represión de los disturbios en Siria, Bahréin y Yemen han provocado decenas de muertos.
China se convertirá en 2012 en el mayor consumidor de artículos de lujo del mundo, superando así a Japón en esta categoría, según un informe de la Asociación Mundial del Lujo (WLA).