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La muerte del ex redactor de News of the World Sean Hoare, ¿otro David Kelly?

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No cesan los debates acalorados en el Parlamento británico. La Cámara de los Comunes ha publicado un informe sobre el papel de la policía en el escándalo del tabloide News of the World. El documento evidencia los fallos de los agentes en el marco de la investigación. Ante los legisladores británi

No cesan los debates acalorados en el Parlamento británico. La Cámara de los Comunes ha publicado un informe sobre el papel de la policía en el escándalo del tabloide News of the World. El documento evidencia los fallos de los agentes en el marco de la investigación. Ante los legisladores británicos ha comparecido la familia de Murdoch y los altos cargos policiales que dimitieron debido al escándalo.

Durante el interrogatorio ha participado el primer ministro, David Cameron. Se sospecha que el rotativo realizaba el espionaje con el beneplácito de los agentes. Los expertos indican que el ex redactor del periódico News of the World Sean Hoare podría haber arrojado más información sobre el asunto, ya que fue el primero en alertar sobre la mala práctica del tabloide.

Después de la audiencia, Murdoch volvió a EE. UU., desde donde había viajado el 10 de julio para responder a las acusaciones contra su imperio mediático.

El testimonio del periodista podría haber sido crucial para demostrar que los jefes del rotativo The News of the World apoyaban el método de escuchas de las conversaciones privadas para obtener información. El lunes el ex redactor del tabloide fue encontrado muerto en su casa. Para muchos este hecho está lejos de ser una casualidad.

"News Internacional destruyó su carrera profesional. Es bien sabido que abusaba del alcohol, tomaba drogas, que estaba en plena depresión y absolutamente desmoralizado", dice la abogada y escritora Susil Gupta.

Sean Hoare, el ex redactor del periódico inglés, fue el primero en declarar que su empresa utilizaba métodos ilegales. Tras la muerte del principal testigo en el caso contra la corporación mediática, muchas personas ven una similitud patente con el caso de David Kelly.

Así, por ejemplo, aparecieron en las redes algunas frases como: "¿Por qué no tiene tanta repercusión la historia de Sean Hoare?". "Esto me recuerda a cómo eliminaron a David Kelly". "Las tragedias de Sean Hoare y David Kelly tienen la misma apariencia. Toda esta locura, ¿qué objetivos persigue?". "David Kelly… Sean Hoare… es lo que me preocupa… algo no está bien aquí".

David Kelly fue un inspector militar de Naciones Unidas que puso en duda las declaraciones de las autoridades británicas. El Gobierno de Tony Blair aseguraba que era imprescindible invadir Irak, ya que supuestamente producían armas de destrucción masiva que posiblemente podrían ser desplegadas en tan solo 45 minutos. Por una extraordinaria coincidencia, el cuerpo de Kelly fue encontrado exactamente 7 años antes que el de Sean Hoare, el 18 de julio de 2003.

"Estar en el ojo de la tormenta es una experiencia horrible. No creo que ambos hayan sido asesinados porque nadie estaba interesado en hacerlo, cualquiera que tenga por lo menos una partícula de sensatez en el Gobierno no lo haría porque son conscientes de que el hecho de matarlos solo daría más envergadura a la historia. Ambos estuvieron bajo una tremenda presión como personas que poseían información y no pudieron hacer frente a la situación", comenta Andrew Gilligan, editor de Telegraph en Londres.

Los policías afirman que al investigar la muerte de Hoare no encontraron nada sospechoso y suponen que se trata de un suicidio. Lo mismo decían cuando murió David Kelly, aunque muchos médicos destacados aseguraban que no era así. Las sospechas tampoco son desmentidas por el informe forense. Los demás datos han sido clasificados por un periodo de 70 años.

Además, se reveló que uno de los detenidos en el caso de los periodistas en los años 2009-2010 trabajó de consultor del Departamento de Relaciones Públicas de Scotland Yard. Precisamente Paul Stephenson, el jefe de este cuerpo de policía que anteriormente había dimitido, le contrató.

Diez arrestos, seis destituciones, dos condenas y una muerte. De momento, este es el balance de un escándalo mediático en Gran Bretaña que aún está por terminar.

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