Se abre un centro oncológico infantil en Moscú en el Día Internacional del Niño
En Moscú abre sus puertas un centro oncológico infantil coincidiendo con el Día internacional del Niño que se celebra el 1 de junio. El centro será el mayor y uno de los más modernos de Europa. Además de ofrecer tratamiento para los chicos enfermos la clínica será un lugar donde los especialistas de las provincias rusas puedan mejorar su nivel profesional.
El programa de readaptación profesional tiene un plazo de tres años. La administración del centro pretende enseñar a unos 70 médicos cada año. Todos los gastos estarán cubiertos por parte de un fondo de beneficencia.
Las tecnologías médicas hoy día permiten curar hasta al 70% de los niños diagnosticados con leucemia. El problema está en los altos costes del tratamiento que no todas las familias se pueden permitir.
Algunos no pueden soportar el dolor que esto les provoca y llegan al extremo de abandonan a sus hijos.
Liza tiene poco más de un año y padece cáncer. La enfermedad le ha hecho perder un ojo y los doctores creen que pronto perderá el otro. Abandonada por sus padres, ha pasado la mayor parte de su vida entre el orfanato y el hospital, donde siguen buscando una cura. Pero el proceso es duro. Liza sigue un tratamiento de quimioterapia dirigido a frenar la metástasis en los ojos. Desde los tres meses ya ha pasado por varias operaciones tanto aquí como en Moscú.
Otra niña, Daria, tiene sólo ocho meses y desde que nació no ha salido del hospital. A su corta edad, también conoce la cara más amarga del cáncer. Pero a diferencia de Liza, cuenta con todo el apoyo de su familia. Su madre no ha abandonado el hospital desde que la ingresaron. Se niega a salir a la calle para no exponer a su hija a cualquier tipo de enfermedad. El sistema inmunológico de estos niños es muy débil y cualquier contacto con el exterior supone un riesgo para su vida.
Yelena Vlásova, la madre de Daria, vive ahora por y para su hija. No soporta ver el sufrimiento que le causa el cáncer. Su esperanza es trasladar a su hija a un centro que disponga de la infraestructura tecnológica y humana necesaria para que se recupere. Una preocupación común entre los padres de los niños afectados por un tumor.
Muchos de ellos dirigen sus miradas al extranjero. Pero ahora también podrán dirigirse a Moscú, donde comienza a funcionar un hospital infantil dedicado en exclusiva al tratamiento de niños con cáncer. Un centro que reunirá a especialistas de todo el mundo y que ampliará de manera significativa las posibilidades de sobrevivir de estos niños. Uno de sus puntos fuertes serán los trasplantes de médula ósea, que a menudo queda destrozada por la severidad de la quimioterapia.
En la actualidad en Rusia se realizan unos 200 trasplantes de médula ósea al año, una cifra que cambiará con la apertura de este centro. Y es que sólo por estos modernos quirófanos pasarán más de 300 niños cada año.
El centro está pensado de principio a fin para los niños. Desde los colores alegres de las paredes hasta el diseño de las habitaciones. Y aunque desde fuera quizá no parezca un hospital, está equipado con los más avanzados sistemas de prevención de enfermedades. Por ejemplo, toda una planta dispone de un sistema de ventilación que evita la entrada de cualquier tipo de partículas y bacterias que puedan empeorar la salud de los jóvenes pacientes. Y lo más importante de todo: los tratamientos serán gratuitos gracias a las ayudas del Estado y de algunas entidades privadas.
Alexéi Maschán, un médico del Hospital Infantil de Oncología de Moscú, afirma que en el centro tratarán a pacientes que otros hospitales no pueden atender. “Cada año hay centenares de niños que no reciben tratamiento porque simplemente no sabemos cómo afrontar su enfermedad. Pero esto no sólo sucede en Rusia, sino también en todo el mundo. Aquí probaremos nuevos medicamentos y métodos. Nuestro objetivo es encontrar una nueva esperanza”, afirma Maschán.
El cáncer es una enfermedad horrible no sólo para los niños, sino también para los adultos. Mientras unos lo encuentran difícil de combatir y se rinden frente a la enfermedad, otros no pierden la esperanza. Tatiana Bráguina es una de aquellas que vencen en su lucha por salvar su vida. Después de un año de tratamiento, todo apunta a que en poco tiempo habrá vencido al cáncer, una enfermedad que es difícil de comprender para cualquiera, y mucho más para una adolescente.
Pero ahora, cuando hay una fundada esperanza en que todo salga bien y tras un año de tratamiento la mujer esté sana, ella sueña con ayudar a quienes en un futuro pasen por su mismo calvario. Y es que sólo en Rusia se calcula que cada año se detectan más de 4.500 casos de cáncer entre niños. Pero con la iniciativa de jóvenes como Tatiana y de los expertos que unirán fuerzas en este nuevo centro esperan abrir un nuevo hilo de esperanza en la cruda batalla contra este mal.