La tabla periódica de Mendeléyev actualizada por hallazgos rusos
Dos nuevos elementos químicos, el 114 y el 116 , han sido oficialmente incluidos en la tabla periódica de Mendeléyev por la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC por sus siglas en inglés), informó Forbes.
Al mismo tiempo, los espacios número 113 y 115 todavía quedan vacíos. Los científicos rusos descubrieron estos elementos hace mucho, pero sus existencias aún no han sido definitivamente comprobadas.
Los elementos 116 y 114 fueron sintetizados en el Instituto Unificado de Estudios nucleares, ubicado en la ciudad de Dubná, Provincia de Moscú, y sus colegas estadounidenses del laboratorios nacional de Livermore, estado de California, en experimentos llevados a cabo en 2004 y 2006. Ambos elementos son inestables y existieron durante menos de un segundo antes de su desintegración.
Ahora los científicos propondrán los nombres de estos elementos, los que también tendrán que ser aprobados por la IUPAC. El director del Instituto Unificado de Estudios nucleares no precisa qué propuestas de los físicos rusos habría, pero no excluyó la posibilidad de que uno de los elementos pueda ser denominado en honor del físico soviético Gueorgui Fliórov, cuyas investigaciones sirvieron de base para una serie de descubrimientos de nuevos elementos químicos realizados en el Instituto de la ciudad de Dubná.
En la Tierra los elementos químicos que son más pesados que el uranio, que tiene el número 92 en la tabla, no se encuentran en la naturaleza porque son radiactivos, y sus núcleos ya se desintegraron a lo largo de los cuatro mil millones de años de historia del planeta. Todos los elementos transuránicos se sintetizan en reactores nucleares especiales y en aceleradores, haciendo colisionar los núcleos de otros elementos.
Desde mediados del siglo pasado los físicos en todo el mundo buscan la llamada “isla de la estabilidad” de los elementos transuránicos. Normalmente, los núcleos de los elementos superpesados son muy inestables y se descomponen en fracciones de segundo. Sin embargo, en los años 50 y 60 los científicos desarrollaron una teoría según la cual los núcleos de algunos elementos superpesados puedan tener una configuración especial que les permita existir durante minutos, horas, días o meses. Algunos investigadores creen que los elementos superpesados pueden ser estables incluso durante millones de años.