Italia está indignada por los resultados del caso Battisti en Brasil
El Gobierno italiano expresó su "vivo pesar" por la decisión del Tribunal Supremo de Brasil de poner en libertad y denegar la extradición del exmilitante de izquierda italiano Cesare Battisti y anunció que recurrirá ante el Tribunal de Justicia de La Haya.
El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, consideró que la postura de Brasil viola los tratados bilaterales entre los dos países. El Gobierno italiano recurrirá la negativa de Brasil ante La Haya, con el apoyo total, según sus propias palabras, de Giorgio Napolitano.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, señaló también en un comunicado que la decisión "no tiene en cuenta las legítimas expectativas de justicia del pueblo italiano y, en particular, de los familiares de las víctimas". "Italia, respetando la voluntad del Tribunal Supremo federal, continuará su acción y activará las oportunas instancias jurisdiccionales para garantizar el respeto de los acuerdos internacionales que vinculan a los dos países, unidos por relaciones históricas de amistad y solidaridad", subrayó.
Además, los eurodiputados italianos han protestado en Estrasburgo por la excarcelación del exactivista de extrema izquierda, al que consideran un asesino, y por la negativa de Brasil a extraditarlo a Italia. El ministro de Exteriores, Franco Frattini, también mostró en un comunicado su "profunda tristeza" y señaló que Italia "activará inmediatamente" todos los mecanismos de tutela jurisdiccional ante las instituciones multilaterales, "en especial ante el Tribunal Internacional de La Haya, para lograr la revisión de una decisión que no se considera coherente con los principios generales del derecho y con las obligaciones previstas en el derecho internacional", subrayó Frattini.
Mientras tanto, el Gobierno de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, considera que el caso de Battisti es un asunto "exclusivamente judicial". Así lo afirmó el asesor de la Presidencia brasileña para asuntos internacionales, Marco Aurelio García. "Es un caso circunscrito a la esfera judicial" y que "ya salió de la esfera del Ejecutivo", declaró García.
Battisti, de 56 años, fue miembro del grupo Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), un brazo de las Brigadas Rojas, la banda armada más activa durante la ola de violencia política que sacudió a Italia hace cuatro décadas. En 1993, fue condenado en ausencia a cadena perpetua por un tribunal italiano por los asesinatos de dos policías, un joyero y un carnicero, cometidos entre 1977 y 1979.
El exactivista de izquierda italiano fue capturado en marzo de 2007 en Río de Janeiro, donde estuvo escondido durante tres años, mediante una operación conjunta de agentes de Brasil, Italia y Francia. Italia pidió su extradición a Brasil, pero el Tribunal Supremo Federal rechazó conceder la extradición y el jueves le puso en libertad.