Focas robots, un gran consuelo para las víctimas de Fukushima
La compañía japonesa Daiwa House ofreció dos focas robots para dar terapia a adultos mayores que sufren las consecuencias del devastador terremoto y el tsunami de marzo de 2011.
En el hogar de ancianos Suishoen, situado a solo 27 km. al sur de la averiada planta nuclear de Fukushima, dos animales robot, llamados 'Paz' y 'Amor', ayudan a aliviar la ansiedad de quienes vivieron en carne propia la catástrofe que azotó a Japón.
El hogar de ancianos, que todavía tratan de procesar los recuerdos del horrible terremoto, no resultó muy dañado, pero el temor a la contaminación por la radiación obligó a las autoridades a evacuarlo durante dos meses hasta mediados de mayo.
Una semana después de que los mayores regresaran, la empresa japonesa ofreció prestarle al hogar por dos años estos juguetes mecánicos recubiertos de piel antibacterial, que enseguida empezaron a ser tratados por los residentes como animales domésticos.
"No importa si sucede otro tsunami. Mientras la esté abrazando, me sentiré muy segura", confesó Satsuko Yatsuzaka, de 85 años, acariciando a la foca 'Paz'.
Los juguetes mecánicos ayudan a los ancianos incluso a hacer los ejercicios físicos diarios, pidiéndoles que aplaudan y canten junto a ellos, algo que los residentes hacen con gran placer.
Actualmente Suisyoen no planea incorporar más robots de este tipo, pero "si uno de los residentes se aferrara demasiado a los muñecos podría considerarlo", aseguró el gerente general del hogar, Taku Katoono.