La próxima tripulación de la EEI aprueba el examen para ir al espacio
A la nueva tripulación de la Estación Espacial Internacional (EEI), que pronto volará a la órbita, le tocará celebrar un nuevo aniversario a bordo del laboratorio orbital: el giro número 75.000 alrededor de la Tierra.
Este lunes en el centro de preparación de cosmonautas Yuri Gagarin, en la provincia de Moscú, la comisión interdepartamental aprobó las candidaturas de las tripulaciones principal y suplente de la próxima expedición, que volará el 14 de noviembre a la EEI.
La tripulación principal está integrada por los cosmonautas rusos Antón Shkáplerov y Anatoli Ivanishin, y el astronauta de la NASA Daniel Burbank. El trío suplente lo forman los cosmonautas de Roscosmos, Guennadi Pádalka y Serguéi Revin, y el astronauta de la NASA Joseph Acaba. A principios de septiembre ambas tripulaciones pasaron exitosamente los exámenes previos al vuelo en la Ciudad de Estrellas, en la provincia de Moscú.
El despegue de la nave Soyuz TMA-22 está programado para el 14 de noviembre, a las 04.14 GMT. Para los cosmonautas rusos, que tienen gran experiencia como pilotos de aviación (tanto Shkáplerov como Ivanishin sirvieron en las Fuerzas Aéreas de la Federación Rusa), este será su primer vuelo espacial. Daniel Burbank es un veterano de dos misiones en los Space Shuttle.
En la conferencia de prensa, celebrada en la Ciudad de Estrellas, los tripulantes contaron sobre los experimentos que ellos realizarán en el espacio. El comandante de la tripulación, Antón Shkáplerov, explicó que está planeado un experimento inusual, el lanzamiento del microsatélite científico 'Chibis'. Los tripulantes instalarán el ingenio en el carguero cósmico Progress, la nave se desacoplará de la plataforma orbital y se elevará unos 100 kilómetros sobre la órbita de la EEI. A la altura de unos 500 kilómetros sobre la Tierra, el microsatélite se separará del vehículo y empezará la investigación de las descargas eléctricas atmosféricas.
A su vez, Anatoli Ivanishin destacó el experimento 'Tipología', que se realiza en dos etapas. Primero se registran en la Tierra las reacciones psíquicas y fisiológicas de un cosmonauta durante un juego informático. En la segunda etapa, en tanto, se observan los mismos parámetros, pero en la órbita. “Es poco probable que se pueda encontrar otra profesión en la que en el marco de las obligaciones de servicio se tenga que jugar videojuegos en una sala con vistas al planeta Tierra”, expresó el cosmonauta.
Y su colega estadounidense Daniel Burbank indicó que a él le interesan más las investigaciones del efecto de la ingravidez en el organismo humano durante un vuelo prolongado. El astronauta espera que los resultados de los estudios espaciales sean útiles en la medicina terrestre.
Las sesiones de la comisión que aprueba a los tripulantes y el vuelo a la EEI debieron haberse celebrado el 5 y el 22 de septiembre respectivamente, pero fueron aplazadas debido a la catástrofe del carguero espacial Progress M-12M. Por eso, el vuelo -que inicialmente se planeaba para 150 días- tendrá sólo 124 días de duración.
Actualmente en la plataforma orbital trabajan el ruso Serguéi Vólkov, el estadounidense Michael Fossum y el japonés Satoshi Furukawa. Los tripulantes orbitales volverán a la Tierra el 22 de noviembre. A su vez, el siguiente vuelo de una Soyuz, anteriormente planeado para noviembre, se efectuará en diciembre. Entonces, la misión en la plataforma orbital volverá a ser integrada por seis cosmonautas y astronautas.
En la imagen (de izquierda a derecha): Daniel Burbank, Antón Skáplerov, Anatoli Ivanishin durante el entrenamiento.