Rusia realizará 20 lanzamientos espaciales este otoño pese a la avería de la nave Progress
La avería durante el lanzamiento de la nave rusa Progress conllevará la corrección de la agenda del trabajo de los cosmonautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI). Sin embargo, para el vicejefe de Roscosmos, Vitali Davýdov, Rusia sigue manteniendo el liderazgo en la exploración del espacio y, pese al accidente, mantendrá su programa de lanzamientos a corto plazo (20 para los próximos tres meses).
De acuerdo al representante de la Agencia Federal Espacial rusa (Roscosmos), el regreso de la tripulación, programado para el 8 de septiembre, será postergado. También se aplazará el despegue de la siguiente expedición, que estaba previsto para el 22 de octubre, para poder realizar antes un lanzamiento de prueba de un vehículo no pilotado en un cohete portador Soyuz.
Con el objetivo de aumentar la seguridad de los lanzamientos, cada despegue cósmico será aprobado por una comisión estatal especial que tendrá que comprobar escrupulosamente el trabajo de los diseñadores y de los fabricantes de los ingenios, indicó Davýdov.
El experto cree que el fracaso del lanzamiento no supone ninguna crisis, sino que se trata de un incidente. De hecho, Rusia seguirá con su programa de lanzamientos. En los próximos tres meses Rusia tiene planeado efectuar unos 20 lanzamientos espaciales desde los tres cosmódromos (uno desde Baikonurm, en Kazajistán, y otros dos desde el territorio de Rusia), incluído el lanzamiento de la sonda planetaria Fobos-Grunt, programado para el 5 de octubre.
Asimismo, Davýdov indicó que incluso si surgiera la necesidad de abandonar temporalmente la plataforma orbital y hubiera que mantenerla en régimen automático no pilotado (una posibilidad no descartada por Michael Suffredini, director del programa de la EEI de la NASA), esto no supondría ninguna amenaza para el desarrollo de la exploración espacial.
En el futuro en vez de estaciones espaciales constantemente tripuladas podrían aparecer estaciones visitadas de forma ocasional, ya que podrían no requerir la presencia constante de cosmonautas en órbita. Las primeras estaciones soviéticas Salut fueron desarrolladas para acoger visitas temporales de los cosmonautas en régimen de vuelo automático, recordó Davýdov.