Sin rastro del pingüino emperador que 'conquistó' a Nueva Zelanda
El pingüino emperador que fue hallado en junio en una playa de Nueva Zelanda, a donde llegó tras recorrer tres mil kilómetros a nado desde su hogar en Antártica, podría estar muerto.
El animal, apodado 'Happy Feet', fue devuelto al océano el pasado 4 de septiembre, para que retornara a su entorno natural después de ser tratado en el zoológico de la capital neozelandesa.
Los científicos que seguían su rastro vía satélite aseguran haber perdido el contacto con el pingüino: desde el viernes el transmisor no emite señal alguna. Como el microchip sólo envía datos cuando el pingüino sale a la superficie del océano, la ausencia de la señal puede significar tanto que el transmisor está estropeado, como que le sucedió algo al pingüino. Algunos especialistas suponen que la pérdida de la señal podría estar provocada por la fuerte actividad solar.
Sin embargo, la versión más verosímil apunta a que el pingüino ha muerto. La noticia ha afligido a gente de todo el mundo que podía seguir la ruta del ave por internet.