La alta tecnología acerca el saber a los países en desarrollo
Una década de promoción, por parte de la UNESCO, de los recursos educativos abiertos ha dejado sus primeros frutos en varios países en desarrollo. Esto ha quedado patente en el mayor Foro Mundial de las Innovaciones en la Enseñanza, que se llevó a cabo esta semana en Qatar.
‘Cambian las sociedades, cambia la educación’, ha pasado a ser más que el mero lema de la reunión. Se ha registrado un considerable avance en los medios electrónicos que viabilizan lo antes proyectado. Distintas plataformas portátiles desarrolladas por los fabricantes de la técnica digital son cada vez más comparables con un gran volumen de libros, otra información escrita, audiovisual y gráfica que deben acompañar a la persona moderna cada día. Esta tendencia facilitó al soporte y a las bases de información encontrar su configuración material en el mismo foro.
Se observó también un gran progreso en la conformación de los propios recursos accesibles tanto para los pobres, como los ricos. Muchas de las bases de diferentes contenidos recolectadas permiten aprender lenguas, oficios artesanos, la medicina, las ciencias, tanto humanitarias, como exactas. Al importante número de los libros escaneados a partir de los años 90 se han sumado las revistas de libre acceso electrónico y los manuales, cuyos autores han concedido licencias a esos recursos por una remuneración reducida.
El jurado especial del foro de Qatar entregó un premio especial, comparable con un Nobel —de medio millón de dólares— al proyecto BRAC de Bangladesh. Su empresa proveedora logró comprobar que una vasta colección de materiales didácticos, que se ofrecen y están al alcance de todos sin pago alguno o por unos precios muy equitativos, realmente facilitan el acceso al conocimiento y a la erradicación de la pobreza en el país.
Países como Vietnam pudieron hacer realidad la idea de la UNESCO en su aspecto original. El Recurso Educativo Abierto de Vietnam (VOER por sus siglas en inglés) es un proyecto nacional, patrocinado por el Ministerio de Educación. En sus marcos unos autores redactan manuales o textos didácticos en distintos campos de conocimiento, otros grupos los reúnen, agregando los libros escaneados, no vinculados por los derechos de autor o de edición. Todo esto se pone a disposición de los estudiantes vietnamitas.
Varios proyectos de la misma índole se desarrollan en el mundo hispano, pero carecen del grado de patrocinio de los citados países, según admitieron los expertos del foro. Por ello las naciones latinoamericanas fueron representadas en Doha más por los organismos y grupos defensores del derecho a investigar.