Doscientas venezolanas con implantes de mama franceses piden justicia
Unas 200 venezolanas con implantes de mama de la marca francesa Poly Implant Prothèse (PIP) demandarán ante la Justicia de Venezuela a los fabricantes y distribuidores de las prótesis.
La alerta por los implantes de senos de PIP estalló en varias partes del mundo el pasado mes de diciembre tras la recomendación del Gobierno francés de retirar el producto del mercado debido al riesgo potencial de cáncer que conllevan.
El abogado que lleva el caso en Venezuela, Gilberto Andrea, dijo que el próximo viernes presentarán un recurso judicial contra los fabricantes "y contra todos los que hayan comercializado las prótesis PIP y hayan obtenido cualquier tipo de dividendo".
Las demandantes exigirán el pago de las cirugías de extracción de las prótesis y de reparación de las mamas, procedimiento que, según Andrea, se encareció en más de un 150 % en los últimos seis años.
"Tengo el caso de una señora que se operó ella y dos hijas: las tres tienen implantes PIP y es mucho dinero el que tiene que pagar sólo esa familia", comentó el jurista, que calculó que sólo este hogar deberá gastar más de 54.000 bolívares (12.500 dólares) en la extracción y reimplante de los senos.
Andrea explicó que los fabricantes y distribuidores forman parte de "un circuito económico" que ha generado ingresos y ganancias, por lo que considera que en este caso debe prevalecer la figura de responsabilidad social empresarial, bajo la que no se puede vender un producto sin velar por la seguridad de quienes invirtieron en él.
El abogado también denunció que en el país no existe un verdadero control en la venta de cualquier tipo de prótesis mamaria, y subrayó que su venta libre se realiza en distintos portales comerciales en internet.
Según estimaciones de los especialistas, unas 300.000 mujeres de todo el mundo se han implantado las prótesis supuestamente defectuosas de la marca PIP.