Siria se desgarra por los conflictos internos
El equipo de RT llegó a los suburbios de Damasco junto con los observadores de la Liga Árabe. Los vecinos del lugar inmediatamente salieron a las calles para gritar contra el régimen de Bashar al Assad.
El barrio de Al-Kiswa, según los corresponsales, está muy agitado, hay muchos militares y cuando los observadores de la Liga Árabe llegaron los habitantes emprendieron una marcha para manifestarse contra el presidente sirio, Bashar al Assad.
La marcha fue iniciada de manera espontánea. Los vecinos de Al-Kiswa, a solo 20 minutos del centro de Damasco, sabían que los observadores de la Liga están en el país y los esperaban.
Todas las personas que contestaron a las preguntas de los periodistas afirmaron lo mismo: que el servicio de inteligencia los ha torturado, ha matado a varios amigos suyos y que cuando los extranjeros se vayan de este lugar los militares van a entrar y matarlos a todos.
"Los militares dispararon desde este edificio y mataron a 10 personas. Solo porque queremos libertad. ¡No queremos nada más! ¡Solo libertad! ¡Queremos vivir como todo el mundo!", gritó uno de los residentes del barrio.
Todo lo que dicen a los periodistas, se lo repiten a los observadores, a los que ruegan que permanezcan en la localidad para protegerlos y aclarar la verdad sobre el destino de sus seres queridos que, según sus palabras, están desaparecidos.
"Uno de mis hijos fue asesinado y otro está detenido", afirma una mujer. "En 4 meses y medio no he recibido información sobre él. No sé si está vivo o muerto. Dijeron que saldría tras la amnistía general pero no ha salido. ¡Quiero a mi hijo!".
Son importantes también los detalles. Por ejemplo, todas las tiendas estaban cerradas y a pesar de que había muchas personas en las calles, todos afirmaban que no pueden salir sin la presencia de los periodistas y de los observadores de la Liga Árabe.
Cuando estos últimos se hubieron ido, la mayoría de los habitantes de Al-Kiswa volvió corriendo a sus casas. Pero una parte se quedó, tratando de relatar a las cámaras todo lo que no tuvo la posibilidad de decir durante los meses que dura el conflicto. Y en estas palabras no había nada agradable para el presidente actual.