Rusia lanza una 'cruzada' contra la esterilidad
Estos días en la capital de Rusia los creyentes ortodoxos pueden venerar el Cinturón de la Virgen María, reliquia milagrosa que cura diferentes enfermedades, entre ellas la esterilidad femenina, y que protege a las mujeres embarazadas. La reliquia, que ya ha pasado por 15 ciudades rusas, ya ha sido venerada por alrededor de dos millones de personas, en su mayoría mujeres.
Además de ser una tragedia personal para numerosas familias rusas, la infertilidad se ha convertido en los últimos años en un problema de escala nacional. Según los datos de la Asociación Rusa de la Reproducción humana, en Rusia cerca de 5 millones de parejas en edad de reproducirse (más del 15% de la población), no pueden tener niños debido a la esterilidad de uno de los miembros.
A su vez, la Organización mundial de la Salud (OMS) estima que la infertilidad podría influir considerablemente en la situación demográfica en Rusia.
Plagas de nuestros tiempos
Las causas que provocan la esterilidad son numerosas y pueden deberse tanto a factores genéticos como a diversas enfermedades y trastornos de la salud. Sólo en un 10% de los casos la incapacidad de una pareja para concebir hijos resulta inexplicable.
Según los especialistas, en el aumento de la esterilidad influyen considerablemente aspectos sociales, tales como una vida sexual prematura, lo que está directamente vinculado con las infecciones de transmisión sexual y la propagación de enfermedades ginecológicas.
Por otro lado, los jóvenes cada vez se vuelcan más en la carrera, postergando la crianza de los hijos a edades más maduras, cuando la procreación ya se complica. Si bien ha crecido la expectativa de vida en Rusia, también ha aumentado la edad en la que las familias jóvenes tienen a su primer hijo.
La calidad de vida también influye necesariamente en la salud de los futuros padres, por no hablar de la de los niños. En las grandes ciudades industriales, la contaminación del medio ambiente también puede influir en la procreación. Además, según recientes estudios, otro problema global reside en la obesidad (tanto de la madre como del padre), una enfermedad vinculada en muchos casos con trastornos hormonales que pueden influir en la concepción.
Los niños probeta
La introducción del método de la fecundación artificial en la práctica médica de los años 70 del siglo XX permitió solucionar el problema de la esterilidad a muchas familias en todo el mundo. Según los expertos, la probabilidad de concebir por fecundación in vitro es el doble que en un ciclo natural.
De acuerdo a los datos del Centro ruso de la Planificación de la Familia y de la Reproducción, tres millones de parejas estériles podrían tener niños si pasaran por el correspondiente tratamiento. Sin embargo, en Rusia este método es menos frecuente que en muchos otros países, debido a factores como el alto coste de los procedimientos clínicos, un insuficiente apoyo financiero estatal a las parejas que desean someterse a la fecundación artificial, y el escaso número de especialistas embriólogos licenciados.
Sin embargo, la financiación a cargo de los presupuestos regionales de la reproducción asistida aumenta en todo el territorio de Rusia, y cada vez son más frecuentes los casos en los que este método se aplica con éxito.
Si anteriormente los centros de la reproducción asistida se abrían en su mayoría en Moscú y en San Petersburgo, actualmente muchas capitales de provincias y regiones del país también cuentan con clínicas especializadas en este tratamiento. Sin embargo, la cantidad de los recién nacidos con ayuda de estos métodos no supera el 1%. En aquellos países donde los métodos de reproducción asistida son parte importante de su política demográfica y cuentan con amplia financiación estatal, como por ejemplo España, el porcentaje de este tipo de nacimientos alcanza el 3%.
El problema del aborto
Según las estadísticas, en Rusia cada año más de la mitad de los embarazos termina en aborto. El servicio estadístico estatal Rosstat advierte que anualmente en Rusia se realizan cerca de 2 millones de abortos, el 70% de los cuales en mujeres que se encuentran en la edad más favorable para procrear. En el 10-11% de los casos se trata de un primer embarazo. Todo esto también intensifica el problema de la salud de las mujeres, lo que incide en los problemas demográficos.
Para enfrentarse a esta situación, Rusia ha aprobado una ley con la que pretende reducir el número de abortos. Mientras en las clínicas especializadas antes se podía poner fin al embarazo libremente, ahora las mujeres sólo pueden hacerlo en las primeras 12 semanas de gestación, con la excepción de las que se declaran insolventes, a las que se permite ampliar el plazo hasta las 22 semanas.
Con esta nueva ley, el Gobierno también pretende alentar el crecimiento demográfico, de tal forma que la población aumente en 3 millones antes de 2025. Sin embargo, también son muchas las voces que contemplan la medida como un recorte de libertades. Muchas mujeres consideran que de esa forma se les impide tomar sus propias decisiones sobre su maternidad.
Mientras tanto, para prevenir que las mujeres se decidan a dar este paso, las autoridades de Rusia también promueven los valores familiares y la necesidad de velar por la salud. Así, en 2009 la Duma estatal aprobó una ley que limita la divulgación de publicidad sobre abortos y prohíbe que ésta vaya dirigida a menores de edad.
Pese todos los avances 'seculares', las mujeres de Rusia, al menos las creyentes, al igual que sus madres y abuelas, acuden a la iglesia para entregar su destino a las fuerzas divinas. Pues son muchos los que sostienen que el enigma de la vida y el misterio de la maternidad todavía no ha sido totalmente resueltos por la ciencia moderna.