Los ataques en Afganistán podrían ser para enfrentar a la gente por su creencia religiosa
Cerca de 50 muertos y más de un centenar de heridos son el balance de dos ataques con explosivos registrados hoy contra la comunidad chií en Kabul y en la norteña ciudad afgana de Mazar-e Sharif.
El ex miembro del Parlamento afgano Daoud Sultanzoy dijo a RT que no descarta que los atentados sean "el inicio de una nueva ola de violencia para impulsar el desacuerdo entre la gente a partir de las diferencias religiosas y aprovecharse de esto".
Para el experto "aunque Talibán no asumió la responsabilidad de los ataques, en el país con el paso de la historia se han formado muchos grupos, hay bastante grupos, incluso políticos, que quieren aprovecharse de la situación".
Asimismo, califica el doble ataque perpetrado en el país como "un incidente trágico sin precedentes en un día muy importante" para muchos creyentes.
Los ataques sectarios contra la minoritaria comunidad chií son habituales en algunos países musulmanes durante la fiesta de la Ashura, que en estos días reúne a miles de fieles en los santuarios de esta rama del islam.
Según dijo en un primer momento el jefe de la brigada de investigación criminal de Kabul, Mohamed Zahir, "al menos 30 personas" han muerto por la explosión en Kabul, que ha dejado también unos cincuenta heridos. El atentado fue perpetrado por un suicida y se produjo a mediodía (hora local) en la mezquita de Abú Fazl, en el área de Murat Khani, en el sur de la capital afgana.
Minutos después se produjo otra explosión contra fieles chiíes en la plaza de Alokozai de Mazar-e Sharif, capital de la norteña provincia de Balkh.
Los atentados de hoy se producen un día después de que la comunidad internacional se comprometiera ayer, en la conferencia de Bonn sobre el futuro de Afganistán, a apoyar financieramente al país asiático tras la retirada en 2014 de las tropas internacionales.
Sultanzoy mantiene la idea de que la conferencia de Bonn tuvo un papel importante en los ataques de hoy ya que los responsables "tratan de explicar a la comunidad internacional que esa región vive su propia vida y que eventos de ese tipo significan poco", según el experto.