Hispanos e 'indignados', hombro con hombro contra el desempleo

Centenares de claveles blancos con olor a decepción e indignación… Un millar de desempleados hispanos portando ramos de flores y pancartas se unieron a otros estadounidenses sin trabajo para celebrar una vigilia frente al Senado en Washington, y pedir justicia para todos los desempleados del país.

Los manifestantes buscan, sobre todo, llamar la atención del Capitolio para pedir por aquellas personas, en su mayoría latinos, que no logran tener un empleo estable para mantener a sus familias. La tasa de desempleo entre los hispanos en EE. UU. es del 11,4%, comparada con el 8,6% de la población en general, y en la estadística de la pobreza el número de latinos ha superado por primera vez al de los afroamericanos.

La situación puede empeorar aún más, ya que cientos de miles de trabajadores hispanos y sus familias están en peligro de perder su seguro de desempleo si el Congreso no autoriza una extensión antes de que termine el año.

"Llevo tres años sin trabajo, y tengo que mantener a mis padres que viven conmigo y están enfermos. Si pierdo el subsidio de desempleo no sé cómo vamos a continuar", confesó la manifestante Cecilia Sánchez, que viajó desde Missouri a Washington para unirse al movimiento.

El activista Axel Bello comentó a RT, que el principal problema es que el Gobierno que ellos eligieron no quiere escucharles. "Incluso hemos entrado a sus oficinas, pero ellos siguen ignorándonos", subrayó él.

Los activistas anti Wall Street de todo el país desde este lunes han acampado en las inmediaciones del Capitolio para poner voz a sus reclamos y que lleguen a los representantes. A pesar de la continua represión policial, que esta semana se ha cobrado un saldo de al menos 150 detenidos, el movimiento todavía no ha llegado a su cima, según Axel Bello.

Otro activista, Alejandro Gómez del Moral, comparte su opinión y subraya que el movimiento tiene que seguir luchando para cambiar la sociedad ensimismada en la gula a pesar de la continua brutalidad policial. “Hay muchos casos en que la Policía utiliza niveles de fuerza que son muy agresivos, ya que incluso compra armas de nivel militar”, declaró.

Mientras los indignados estadounidenses han montado campamentos en el territorio de todo el país en protesta contra los 'tiburones del capitalismo', en los 'ultimos cinco años unas 70 víctimas de la crisis financiera se han mudado a vivir al bosque.

En medio de la arboleda de Nueva Jersey, a tan solo una hora del centro de las finanzas mundiales Manhattan, ha crecido una 'Ciudad Tienda de campaña', cuyos habitantes no ocultan su indignación con el actual sistema político y financiero.

"El Gobierno no ha protegido a su pueblo, permitiendo que las empresas siguieran beneficiándose más y más. El trabajador estadounidense está sufriendo a costa de la agenda de los políticos", dijo a RT el líder de la comunidad,  Steven Brigham.

Como si el dolor de estas personas no fuera suficiente, las autoridades han estado tratando de desalojarlas, lo que los habitantes llaman 'llaman una verdadera discriminación contra los pobres'. "¡Abran los ojos! ¡Abran los ojos! Toda esta ayuda que le damos a todo el mundo, la necesitamos aquí", comentó el cocinero David Jones.

Muchas nacionalidades y un objetivo

Los indignados estadounidenses han convocado una jornada de acción global el 10 de diciembre para celebrar el Día Mundial de los Derechos Humanos. El aviso, publicado en su oficial página web occupywallst.org, es un llamamiento a todos los movimientos que defienden los valores humanos y luchan por el respeto a la vida y al medio ambiente.

"Pese a nuestras diferentes culturas y contextos sociales, todos sufrimos las mismas amenazas. Nuestra libertad y dignidad son atacadas por el mercado y por gobiernos corruptos que convierten nuestras sociedades locales y globales en lugares cada vez más injustos", indica el comunicado.

"De este a oeste, de norte a sur, el 10 de diciembre tomaremos juntos las calles y las plazas, para reclamar los principios fundamentales que nos prometieron y son inherentes a los seres humanos", concluyeron los organizadores.