Noriega regresa esposado a Panamá
El exdictador Manuel Antonio Noriega, ha aterrizado en Panamá (país que dirigió entre 1983 y 1989) tras haber sido extraditado por Francia. Según analistas, el Gobierno de Panamá no descarta la posibilidad de que Noriega pueda ser atacado al regresar a su país natal.
Noriega, de 77 años, que viaja acompañado de un médico y guardias de seguridad, tuvo que realizar una escala en Madrid al no haber ningún vuelo directo entre la capital francesa y Panamá.
El Gobierno panameño informó que el ex general fue sometido en París a "una última revisión médica" que confirmó que se encontraba en buenas condiciones para efectuar el viaje.
A su llegada a Panamá, Noriega fue transportado inmediatamente a la cárcel El Renacer, en una zona selvática próxima al Canal de Panamá, donde ocupará una celda individual y "sin lujos", según las fuentes.
Raúl Benítez Manaut, profesor de la Universidad Autónoma de México, comentó a RT que, pese a que la extradición de Noriega a Panamá suscita "reacciones" dispares, el Gobierno teme que el ex dictador pueda ser atacado, principalmente por "los que fueron muy críticos con él y se vieron afectados por sus políticas".
El general, que gobernó el país centroamericano en los años ochenta, fue derrocado por tropas estadounidenses. Cumplió una condena de 20 años de cárcel en EE. UU. por narcotráfico, y pasó más de un año en Francia por blanqueo de dinero. En Panamá Noriega deberá afrontar penas por el asesinato de opositores y otros crímenes que podrían acarrearle penas de más de 60 años de cárcel.
"En este momento al Gobierno de Panamá le preocupa que no haya violencia y que no ataquen a Noriega cuando llegue al aeropuerto ni camino a la cárcel", asegura el analista, que se hizo eco de las autoridades de Panamá, al afirmar que el exdictador “no va a tener ningún tipo de privilegio".
¿Domicilio o prisión?
Asimismo, el experto subraya que en la sociedad panameña existe un debate sobre si el detenido debe permanecer en su casa o en prisión.
El Código Penal del país establece que si un juez lo considera oportuno, puede conceder a los presos mayores de 71 años que se encuentren enfermos el beneficio de cumplir sus condenas en su domicilio. Noriega sufrió hace tiempo un accidente vascular. Sin embargo, la ley excluye de esa medida de gracia a los condenados por delitos de lesa humanidad y desapariciones, por lo que, según sus oponentes, no se le debe conceder al ex general esa ventaja.
Pros y contras
Los familiares de víctimas del régimen de Noriega insisten en que el ex general debe pagar entre rejas por los crímenes atroces y las graves violaciones a los derechos humanos que cometió en Panamá.
"Es una cuestión de Justicia, no de odio ni venganza, pues ni él ni ninguno de los que cometieron ese crimen han pedido perdón públicamente, ninguno ha mostrado arrepentimiento", declaró en conversación telefónica Gisela Muñoz, viuda del teniente Jorge Bonilla, fusilado por ordenes de Noriega.
Bonilla es uno de los rebeldes que intentó infructuosamente derrocar a Noriega el 3 de octubre de 1989, encabezados por el mayor Moisés Giroldi, y que fueron torturados antes de ser ejecutados por leales al ex general en un hangar de la antigua base estadounidense de Albrook, en la capital panameña.
Por la muerte de Giroldi, Noriega fue sentenciado en ausencia a 20 años de prisión y a 15 años de cárcel por la matanza.
Al Mismo tiempo, Mario Rognoni, que fue ministro cuando Noriega era el "hombre fuerte" del país (1983-1989), se mostró convencido de que Noriega querrá "aclarar algunas de las imprecisiones por las que -según dice- fue inculpado injustamente".
Rognoni, uno de los pocos panameños que se confiesa amigo del ex dictador, declaró que debido a que Noriega fue juzgado en ausencia y "no pudo defenderse (...) tiene interés en poder aclarar y demostrar su inocencia, si es que la puede probar".
El presidente panameño, Ricardo Martinelli, dijo el domingo a los periodistas que Noriega "debe pagar por todas sus penas y todo el daño, todo el horror, todo el oprobio, toda la muerte y todo el atraco que hubo aquí al pueblo panameño" durante la dictadura militar.
Tras su captura el 3 de enero de 1990 por las tropas norteamericanas que invadieron Panamá, Noriega fue encarcelado en EE. UU., primero, y luego trasladado a Francia por delitos de narcotráfico y lavado de dinero.
Noriega fue el último general que estuvo al frente de Panamá durante el periodo dictatorial inaugurado en 1968 por un golpe encabezado por el general Omar Torrijos, fallecido en 1981.