El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Sociedad

Guatemala: Un cementerio con cadáveres a la vista de todos

Publicado:
En el cementerio general de la ciudad de Guatemala si un contrato de arrendamiento sobre una cripta caduca no se paga, sus empleados exhuman los restos de los difuntos y los acumulan en fosas comunes.
Descargar video
En el cementerio general de la ciudad de Guatemala los muertos no descansan en paz. Al contrario: en vez de cuidar las tumbas, los trabajadores sacan los restos de los difuntos para depositarlos en bolsas de plástico. A veces, incluso, los dejan tirados como si de simple basura se tratase. Parece el guion de una película de terror. 

 

 

Cabezas, brazos, piernas o esqueletos enteros aparecían hasta hace poco esparcidos en los pasillos del camposanto, a la vista del público y ante la desesperación de unos familiares incapaces de frenar esta barbarie. La mala noticia se divulgó tan rápido que la administración del cementerio prohibió hablar del tema, tomar fotos o grabar videos.

"El gerente del cementerio toma represalias contra la gente que diga algo en los noticieros, que asevere algo o que simplemente nos muestre algunas pistas para que esto salga a la luz. Si alguna persona trabajadora del lugar nos cuenta la realidad de esto es, simplemente, despedida", comenta el historiador y guía Óscar Ríos.

La jefatura intenta justificar el traslado de cadáveres con varios argumentos: la falta de pagos por parte de las familias o la terminación de unos contratos que no se pueden prorrogar. Todo ello hace que el tener una tumba aquí sea un verdadero privilegio. Una vez obtenida la sepultura, las familias tratan de conservarlas para no perder el sitio en el cementerio.



 
 
Sin embargo, el problema no se reduce solamente al dinero. Incluso si uno se ve capaz de pagar por la sepultura, el plazo máximo de contrato es de 14 años. Luego, inevitablemente, los cuerpos de los seres queridos acaban en manos de los empleados que a veces son quienes los dejan abandonados en medio de un descampado. 

 

 

Algunos restos terminan en enormes fosas comunes. "Tenemos de este lado una fosa de profundidad de 100 metros; cuando la gente no paga vienen a sacarlos de los rosarios, los empaquetan. Los etiquetan –nombre, fecha, familia– los traen y los depositan acá", explica el historiador. 

Este bárbaro proceso no hace más que aumentar el dolor por la pérdida del ser querido. Pero por muchas lágrimas que se viertan, la administración insiste en unas reglas poco humanas.
comentarios
RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7