La fama y tragedia de Andrei Sájarov

En los años 40 del siglo pasado, los Estados Unidos y Rusia se convirtieron en las primeras potencias nucleares al diseñar y crear la bomba atómica. No obstante, los dos países llevan decenas de años intentando cerrar esta caja de pandora. No obstante, en Rusia el autor de la bomba fue primero en caer de su obra. La fama de Andrei Sájarov se convirtió en la tragedia de su vida.

Para el científico ruso Andrei Sájarov —creador de la bomba de hidrógeno soviética— la envergadura de su obra llegó a ser su condena. Antes de diseñar el artefacto, a principios de la Guerra Fría, Sájarov creía que de este modo privaría a los Estados Unidos de su monopolio en las armas nucleares.

Su ingenio ayudó a la Unión Soviética en 1949 a niverlarse con los norteamericanos en este campo. Muchos, incluso el mismo Sájarov, dijeron entonces que este hecho permitió evitar la Tercera Guerra Mundial. El colega del científico, Borís Altshuler, destaca que eso determinó el destino de la humanidad: “Tal vez la guerra no haya estallado merced del equilibrio conseguido”.

Sin embargo, apenas los dos gigantes lograron intimidarse el uno al otro con su poderío nuclear, la inmensidad de la obra creada agobió a su autor; atemorizado por las consecuencias de la fiera que había puesto en libertad solicitó acabar con las pruebas al estimar que los desechos radioactivos amenazaban a la humanidad.

Así, la bomba Zar fue testeada en el archipiélago de Nueva Zembla pese a las súplicas del creador.

Según Sájarov, el arma empujaba al mundo a un precipicio. En 1968 publicó un artículo abogando por las libertades sociales en la URSS. El artículo causó sensación en Occidente y... terminó con la carrera científica del académico. Borís Altshuler recuerda que “los periódicos lo declararon decaído como científico. Es el primer paso para terminar con uno, por supuesto”.

A pesar de todo Sájarov continuó apoyando a los presos políticos en la Unión Soviética, incluso a cuenta de la seguridad de sus amigos y de su familia. Su mujer, Helena Bonner Sájarov admite: “Sufrimos mucho observando encarcelar a nuestros conocidos, unos eran muy cercanos a nosotros”.

En 1975 el científico fue galardonado con el premio Nobel, pero 5 años después pasó al exilio interior al condenar la ocupación soviética de Afganistán. Sajarov consideraba a la ocupación como “un trágico error que cobró casi un millón de vidas. Es el pecado más grave que hemos cometido”.

El científico, que ocupó casi 20 años de su vida diseñando bombas nucleares, llegó a ser la conciencia de la Unión Soviética. Gracias a su posterior apoyo al desarme nuclear, Sájarov se hizo más conocido por ser  promotor de la paz en lugar de ser creador de armas nucleares.

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Andrei Sájarov:

“Para conservar la estimación a si mismo el hombre debe proceder en consecuencia de las sed común del paz, alivio genuino, desarme verdadero.”

“Entre los problemas que me conmueven está la locura del terrorismo internacional. Por muy altos que sean los objetivos, como el pretexto de los terroristas, su actividad siempre tiene un carácter criminal, siempre es devastadora y devuelve a la humanidad a los tiempos del caos y de la ausencia de leyes. Provoca un empeoramiento en los niveles, tanto internos como externos, contradice a los objetivos de paz y progreso. Incondicionalmente acuso al terror de las “Brigadas Rojas”, a nacionalistas vascos e irlandeses, a los extremistas palestinos, judíos e ucranianos, a los “Hermanos” musulmanes, a los “Vengadores del genocidio de 1915” de Armenia y a todos los otros terroristas. Espero que las personas de todo el mundo entiendan el carácter absolutamente pernicioso del camino del terror y les quiten cualquier apoyo, incluso el muy pasivo, que les rodeen con la muralla de la reprobación.”

“Estoy seguro de que el arma nuclear tiene sentido solo como medio para prevenir la agresión nuclear de un enemigo potencial. Es decir, no se puede planear una guerra nuclear teniendo como objetivo el ganarla.”

“Estoy convencido de que los cientificos, según lo internacional que se está volviendo el estudio cientifico y por su relativa independencia, tienen que ser capaces de tomar una actitud mundial y humana que esté más alla de los intereses egoístas de “su pais”, de “su nacion”, de los prejuicios de “su” sistema social y de su ideología, sin importar que ésta sea socialismo o capitalismo.”