Un ladrón en Zimbabwe pide cadena perpetua para vivir mejor

Las cárceles de Zimbabwe tienen mala fama en África y en todo el mundo. Se conocen como agujeros del infierno, sucios, con escasez de alimentos, con reclusos que padecen enfermedades contagiosas y, a veces, los presos se ven obligados a compartir celda con cadáveres. Las prisiones de este país fueron condenadas por organizaciones de derechos humanos por no cubrir las necesidades básicas para un ser humano.

Por ello nadie esperaba ver durante una sesión de tribunal sobre el caso de un ladrón que este pidiera que le encarcelen para siempre.

No es la primera vez que Manyika comparece ante el tribunal. Fue liberado de prisión en abril de este año, pero volvió al banquillo después de entrar ilegalmente en dos viviendas de Harare, la capital, y robar unos teléfonos celulares, un televisor y 1.800 dólares en efectivo.

Durante la sesión pasó una nota al fiscal, que la leyó en voz alta a la corte: "La vida en la cárcel es mejor que la vida en las calles". Pero, pese a todos sus esfuerzos, el delincuente fue condenado tan solo a tres años de prisión.