Descontrolado

La cara de la pobre chica estaba completamente cubierta de sudor. En sus ojos se podía ver el reflejo de su horror y seriedad. Ella no era una simple azafata… el terrible asesinato de los dos pilotos la obligó a tomar los mandos de un 747 y en sus manos sostenía las vidas de decenas de personas. Su única chance era la ayuda de un simple controlador que con desesperación, observaba cómo el avión iba acercándose al aeropuerto a más de 500 kilómetros por hora. Después de unos pocos minutos de inenarrable tensión, el avión, con sus 14 ruedas, acarició suavemente la tierra justo en mitad de la pista. Todos los pasajeros se salvaron.

En la vida real todo es un poco más difícil que en una película. Por suerte un avión todavía no ha perdido nunca el control de todos sus pilotos a la vez, y si eso pasara, créanme, la suerte ya no podría ayudar a nadie, pues aterrizar un avión de cien toneladas sin experiencia previa es posible solo en el cine. A decir verdad, sí hubo una vez en la que todos los pasajeros y miembros de la tripulación se asfixiaron y el avión cayó después de haberse quedado sin combustible, pero entonces no solo los pilotos estaban inconscientes, sino todas las personas a bordo. Pero eso es un caso insólito. Y gracias a dios. Toda esa pila de películas donde las azafatas o pasajeros, guiándose por las indicaciones de la torre, realizan aterrizajes ejemplares, son una gran estupidez. Una persona sin experiencia ni siquiera podría encontrar el botón de radio para comunicarse con aquel controlador, que no tiene ni idea de cómo pilotar un avión comercial. Y si suponemos que la azafata es realmente genial y que el controlador en su tiempo libre es instructor de vuelo, tampoco sería posible, porque el pilotaje requiere, no solo del conocimiento de la teoría (que al fin y al cabo se puede transmitir por radio), sino también de la habilidad para ejecutar acciones simultáneas, y eso sí es realmente difícil hasta para un piloto principiante. ¿Quiere probar?       

 Bueno, estos son los instrumentos básicos de una avioneta. No vamos a hacer las cosas más difíciles, tratemos de arreglarnos por lo menos con esto. Si hacemos un esfuerzo puede que podamos controlar, por ejemplo, la velocidad (el relojito en el centro que indica de 5 a 45). Pero al concentrarse en este único parámetro perdemos de vista al resto. ¿Y qué pasa si estamos descendiendo y acercándonos a la tierra y no nos damos cuenta? Justo eso que acabas de pensar. Es muy difícil mantener la velocidad, altitud, inclinación y dirección simultáneamente, y es por eso que el entrenamiento de pilotos es un proceso bastante largo. Encima estamos hablando de un avión comercial (si no, no habría azafatas y pasajeros) con instrumentos más complejos y en los que aparte de lo dicho, hay que controlar el sistema de presurización, extender los flaps, el tren de aterrizaje, mantener comunicaciones con el controlador, encontrar la pista y caer en ella de una manera relativamente suave. Imagínate entrar en la cabina y ver esto:

   

Imposible.
 
De todos modos, la vida está llena de sorpresas y quién sabe qué es lo que puede suceder durante el vuelo. ¿Qué pasa si muere un piloto? Bueno, en general no pasa nada. Es más, hubo bastantes casos de muerte, pero ni uno de ellos provocó un accidente. Durante una emergencia un solo piloto puede manejar la nave tranquilamente. Los diseñadores de aviones siempre incluyen instrucciones y procedimientos especiales para ciertos casos (Crew incapacitation o Incapacitación de piloto) que permiten, con la ayuda del comandante de a bordo, (que lee la lista de chequeos) ocupando el lugar del piloto incapacitado, hacer lo mínimo necesario para aterrizar el avión. No obstante, tanto el fallecimiento y como un grave malestar del piloto directamente durante el vuelo, son muy poco probables, porque superamos controles médicos anuales y si surge algún problema de salud, el piloto se 'desprograma' hasta que está totalmente curado.