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España: el Congreso rechaza las enmiedas a los Presupuestos
Sobre el telón de fondo de la reciente jornada de protestas, el Pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado este miércoles las 11 enmiendas a la totalidad de devolución presentadas y debatidas esta semana.
Las enmiendas han quedado rechazadas por 179 votos en contra, 148 a favor y una abstención.
Los presupuestos continúan ahora con su tramitación parlamentaria y el informe definitivo sobre el proyecto de ley será debatido en el pleno entre el 13 y el 15 de noviembre.
El proyecto de presupuesto, anunciado por el Gobierno de Mariano Rajoy a finales de septiembre, prevé un ajuste fiscal efectivo por medidas estructurales del Estado en 2013 equivalente al 1,34% del PIB, lo que supone unos 13.000 millones. Tiene en cuenta los efectos del aumento del IVA y de otros impuestos. Otro dinero debería llegar de recortes en las comunidades autónomas, que gestionan sus presupuestos de sanidad y educación.
El resto de los ahorros procederá de la reducción de las prestaciones por desempleo y ayudas sociales, así como de la congelación de las contrataciones en el sector público. Se ha anunciado también un gravamen del 20% a las ganancias superiores a 2.500 euros. Solo crecen las partidas de pensiones, becas e intereses de la deuda.
El economista Santiago Niño-Becerra opina que “estos presupuestos están elaborados con una tasa de crecimiento para el año que viene de menos 0,5%”, cifra que -asegura- no confirma “ni un solo experto”, razón por la que los presupuestos debatidos “van a ser incumplibles”. Según Niño-Becerra, la economía española “está mal” y “las revisiones apuntan a un crecimiento negativo” para el próximo año.
El rechazo de las enmiendas se produce un día después de que miles de personas convocadas por la plataforma 25-S rodearan el Congreso de los Diputados en Madrid para manifestarse contra unos presupuestos que -según ellos- generan "opresión y miseria".
Con lemas tales como “No es una crisis, es una estafa” o “Policía, no nos mires, únete”, miles de personas volvieron a mostrarse en desacuerdo con la política del Ejecutivo y con la aprobación de unas cuentas públicas que, a su juicio, son “inhumanas” porque –afirman- “suponen un retroceso en los derechos sociales y generan opresión y miseria”. No en vano, han bautizado a las cuentas como “Presupuestos de la Deuda”.
Los presupuestos continúan ahora con su tramitación parlamentaria y el informe definitivo sobre el proyecto de ley será debatido en el pleno entre el 13 y el 15 de noviembre.
El proyecto de presupuesto, anunciado por el Gobierno de Mariano Rajoy a finales de septiembre, prevé un ajuste fiscal efectivo por medidas estructurales del Estado en 2013 equivalente al 1,34% del PIB, lo que supone unos 13.000 millones. Tiene en cuenta los efectos del aumento del IVA y de otros impuestos. Otro dinero debería llegar de recortes en las comunidades autónomas, que gestionan sus presupuestos de sanidad y educación.
El resto de los ahorros procederá de la reducción de las prestaciones por desempleo y ayudas sociales, así como de la congelación de las contrataciones en el sector público. Se ha anunciado también un gravamen del 20% a las ganancias superiores a 2.500 euros. Solo crecen las partidas de pensiones, becas e intereses de la deuda.
El economista Santiago Niño-Becerra opina que “estos presupuestos están elaborados con una tasa de crecimiento para el año que viene de menos 0,5%”, cifra que -asegura- no confirma “ni un solo experto”, razón por la que los presupuestos debatidos “van a ser incumplibles”. Según Niño-Becerra, la economía española “está mal” y “las revisiones apuntan a un crecimiento negativo” para el próximo año.
El rechazo de las enmiendas se produce un día después de que miles de personas convocadas por la plataforma 25-S rodearan el Congreso de los Diputados en Madrid para manifestarse contra unos presupuestos que -según ellos- generan "opresión y miseria".
Con lemas tales como “No es una crisis, es una estafa” o “Policía, no nos mires, únete”, miles de personas volvieron a mostrarse en desacuerdo con la política del Ejecutivo y con la aprobación de unas cuentas públicas que, a su juicio, son “inhumanas” porque –afirman- “suponen un retroceso en los derechos sociales y generan opresión y miseria”. No en vano, han bautizado a las cuentas como “Presupuestos de la Deuda”.