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"De llegar al poder, la derecha venezolana subordinaría el país a EE.UU."
Si se produce un cambio de Gobierno en Venezuela como resultado de las elecciones presidenciales, la nación podría volver “a la subordinación absoluta hacia EE.UU.”, opina el analista Sergio Rodríguez Gelfenstein.
“Creo que los cambios que podría haber, en la eventualidad de que haya un cambio de Gobierno, van a estar encaminados, más bien, hacia una relación distinta con EE.UU. y hacia un manejo distinto de la política energética”, apunta Gelfenstein.
El analista señala que “la derecha tiene un proyecto neoliberal, un proyecto de privatización absoluta del país, en particular de la privatización absoluta del petróleo”, lo que supondría graves problemas para “las políticas sociales que el presidente Chávez ha adelantado con un gigantesco gasto social”.
Asimismo un programa del Gobierno de la derecha “revertiría la autonomía del país en materia internacional”, lograda por el actual presidente “al orientar su relación hacia varios polos de poder, hacia Rusia, hacia China, estableciendo relaciones con el Medio Oriente, con otros países de Asia”. Eso se alteraría, afirma el analista, quien considera que Venezuela volvería “a la dicotomía de la relación eurocéntrica y de subordinación absoluta hacia EE.UU.”.
Sin embargo, Gelfenstein no cree que un hipotético cambio de Gobierno en Venezuela repercuta en la integración regional, y en particular, en UNASUR, ya que “los procesos de integración en América Latina son irreversibles”.
Por su parte, el analista internacional Adrian Salbuchi coincide con Gelfenstein en que “hay una diferencia enorme y muy tajante entre las propuestas neoliberales de Capriles Radonski” y la política social del Gobierno de Chávez. “El presidente Chávez ha hecho una importante política de redistribución de la riqueza, con lo cual, en lo que es la política doméstica, probablemente los sectores más empobrecidos de Venezuela van a ver su condición empeorar” si la derecha llega al poder.
Además, según el analista, con la actual oposición a la cabeza del Estado, “esa tendencia creciente que tenía Latinoamérica de mantenerse independiente de lo que son las directivas de EE.UU. que desde hace más de un siglo vienen marcando a todo el continente latinoamericano, se va a debilitar, lo que sería realmente una tragedia, no solo para Venezuela, sino para buena parte de Sudamérica”.
El analista señala que “la derecha tiene un proyecto neoliberal, un proyecto de privatización absoluta del país, en particular de la privatización absoluta del petróleo”, lo que supondría graves problemas para “las políticas sociales que el presidente Chávez ha adelantado con un gigantesco gasto social”.
Asimismo un programa del Gobierno de la derecha “revertiría la autonomía del país en materia internacional”, lograda por el actual presidente “al orientar su relación hacia varios polos de poder, hacia Rusia, hacia China, estableciendo relaciones con el Medio Oriente, con otros países de Asia”. Eso se alteraría, afirma el analista, quien considera que Venezuela volvería “a la dicotomía de la relación eurocéntrica y de subordinación absoluta hacia EE.UU.”.
Sin embargo, Gelfenstein no cree que un hipotético cambio de Gobierno en Venezuela repercuta en la integración regional, y en particular, en UNASUR, ya que “los procesos de integración en América Latina son irreversibles”.
Por su parte, el analista internacional Adrian Salbuchi coincide con Gelfenstein en que “hay una diferencia enorme y muy tajante entre las propuestas neoliberales de Capriles Radonski” y la política social del Gobierno de Chávez. “El presidente Chávez ha hecho una importante política de redistribución de la riqueza, con lo cual, en lo que es la política doméstica, probablemente los sectores más empobrecidos de Venezuela van a ver su condición empeorar” si la derecha llega al poder.
Además, según el analista, con la actual oposición a la cabeza del Estado, “esa tendencia creciente que tenía Latinoamérica de mantenerse independiente de lo que son las directivas de EE.UU. que desde hace más de un siglo vienen marcando a todo el continente latinoamericano, se va a debilitar, lo que sería realmente una tragedia, no solo para Venezuela, sino para buena parte de Sudamérica”.
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