La línea “desproporcionadamente” dura de Israel contra Gaza “refuerza a Hamás”

“Las medidas severamente desproporcionadas que emprende Israel contra la Franja de Gaza, como el bloqueo económico o bombardeos aéreos masivos, solo refuerzan a Hamás, en vez de debilitarlo”, puntualiza Glaser.

Según el analista, la tregua entre Israel y Hamás que entró en vigor este miércoles es un alivio temporal. Para conseguir una verdadera paz en la región, el Gobierno de Benjamin Netanyahu debe reconsiderar sus políticas por completo, insiste. “Si los fundamentos de la situación son los mismos, si no se levanta el bloqueo, volveremos a ver intercambios armados”, subraya.

En cuanto al cese del fuego, enfatiza que treguas como esta ya tuvieron lugar muchas veces en el pasado, pero alguien siempre las rompía. Respecto al acuerdo de ahora, plantea que las partes en general lo siguen, al menos por ahora, pero ninguna de ellas cumple con sus compromisos acerca del alto el fuego por completo.

“Unos 12 misiles fueron lanzados a Israel desde Gaza después del cese del fuego. Los últimos informes dicen que cinco de ellos no fueron interceptados. Es posible que estos cohetes provengan de grupos militares pequeños que no son Hamás y que lo hacen sin permiso de Hamás. Pero también es verdad que Israel sigue con los vuelos de sus drones sobre Gaza, a pesar de que el acuerdo firmado estipuló que debían acabar”, acentúa Glaser.

Según el analista, un efecto importante de los ocho días del conflicto entre Israel y Hamás es que han revelado que el Gobierno de Netanyahu parece fracasar con sus intentos de convencer a Washington para que apoye una campaña militar contra Irán. “Israel ha perdido la batalla diplomática y política para hacer que EE.UU. apoye una guerra contra Irán”, sostiene.

Detalla que es todavía imposible dar unos pronósticos definitivos, pero acentúa que por el momento no funcionó ninguno de los dos motivos principales a los que apela el Gobierno de Benjamin Netanyahu en sus razonamientos: ni las armas nucleares iraníes no existentes, ni la involucración de Teherán en el conflicto entre Israel y Hamás.

A pesar de que Hamás confirmó que recibe armamento de Irán y que la propia República Islámica reconoció que le está suministrando también tecnologías para construir misiles de largo alcance, Washington sigue con la línea de presión económica y no militar contra Teherán, puntualiza Glaser.