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Argelia: Islamistas secuestran a 41 extranjeros en una planta de gas
Milicianos islamistas han lanzado un ataque contra un campo de gas natural operado en parte por la multinacional BP en el sur de Argelia, matando a un guardia de seguridad y secuestrando al menos a 41 personas, incluidos ciudadanos estqdounidenses, ingleses, noruegos y japoneses.
El grupo islamista dirigido por el argelino Moktar Belmoktar, conocido como "Bellawar", reivindicó el ataque al campo petrolero de Ain Amnas, en el sur de Argelia.
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, ha confirmado que entre los secuestrados en Argelia hay ciudadanos estadounidenses.
"41 occidentales, incluyendo siete estadounidenses, franceses, británicos y ciudadanos japoneses han sido tomados como rehenes", dijo, a su vez, un portavoz de los militantes a la Agencia de Noticias Mauritana y a Sahara Media.
Especificó además que cinco de los rehenes están retenidos en la planta de gas, mientras que los otros están en un complejo de viviendas del lugar. Dos extranjeros, uno de ellos británico, fueron abatidos en el ataque al amanecer mientras se encontraban en un autobús.
Según el portavoz, que no quiso dar su nombre a los dos medios de comunicación, el ataque fue "una reacción a la injerencia flagrante de Argelia por permitir que aviones franceses utilizaran su espacio aéreo para lanzar ataques en el norte de Malí".
Además calificó la actitud de Argelia "una traición que la sangre de los mártires de Argelia asesinado por los colonos franceses".
La Agencia Estatal de noticias de Argelia informó que un guardia de seguridad murió en el ataque y otros siete resultaron heridos, entre ellos dos extranjeros.
El Ministerio de Asuntos Exteriores británico confirmó que "un incidente terrorista está en curso", cerca de las instalaciones en Ain Amenas, a 100 kilómetros de la frontera con Libia y a 1.300 kilómetros de la capital en el sur del vasto desierto de Argelia.
BP, junto con la empresa noruega Statoil y la petrolera estatal argelina Sonatrach, explotan el campo de gas. La empresa japonesa JGC Corp, ofrece servicios para la instalación.
La rama del Norte de África de Al Qaeda se ha mantenido activa durante mucho tiempo en el norte de Argelia y, en ocasiones, en el desierto del sur, pero nunca antes había atacado las instalaciones de gas o de petróleo, abundantes en el país.
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, ha confirmado que entre los secuestrados en Argelia hay ciudadanos estadounidenses.
"41 occidentales, incluyendo siete estadounidenses, franceses, británicos y ciudadanos japoneses han sido tomados como rehenes", dijo, a su vez, un portavoz de los militantes a la Agencia de Noticias Mauritana y a Sahara Media.
Especificó además que cinco de los rehenes están retenidos en la planta de gas, mientras que los otros están en un complejo de viviendas del lugar. Dos extranjeros, uno de ellos británico, fueron abatidos en el ataque al amanecer mientras se encontraban en un autobús.
Según el portavoz, que no quiso dar su nombre a los dos medios de comunicación, el ataque fue "una reacción a la injerencia flagrante de Argelia por permitir que aviones franceses utilizaran su espacio aéreo para lanzar ataques en el norte de Malí".
Además calificó la actitud de Argelia "una traición que la sangre de los mártires de Argelia asesinado por los colonos franceses".
La Agencia Estatal de noticias de Argelia informó que un guardia de seguridad murió en el ataque y otros siete resultaron heridos, entre ellos dos extranjeros.
El Ministerio de Asuntos Exteriores británico confirmó que "un incidente terrorista está en curso", cerca de las instalaciones en Ain Amenas, a 100 kilómetros de la frontera con Libia y a 1.300 kilómetros de la capital en el sur del vasto desierto de Argelia.
BP, junto con la empresa noruega Statoil y la petrolera estatal argelina Sonatrach, explotan el campo de gas. La empresa japonesa JGC Corp, ofrece servicios para la instalación.
La rama del Norte de África de Al Qaeda se ha mantenido activa durante mucho tiempo en el norte de Argelia y, en ocasiones, en el desierto del sur, pero nunca antes había atacado las instalaciones de gas o de petróleo, abundantes en el país.
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