Video: Por amor a los estudios, los niños chinos arriesgan hasta sus vidas

Motivados por el amor al conocimiento, los menores, primeramente tienen que atravesar un sendero en medio de la montaña hasta el lugar donde se encuentra una suerte de cesta metálica que pende de un cable. Luego, de dos en dos se sientan en su interior para comenzar un peligroso viaje de cientos de metros.
 


Otro camino hasta la escuela en esa localidad no existe, y para cruzar el acantilado los niños accionan un mecanismo simple, que consiste en tirar de una cuerda. Al llegar al otro lado, envían la cabina de vuelta para los demás.

Es así que el trayecto hacia la escuela para los niños de Guizhou, suroeste de China, dura varias horas.