Milagro navideño: una perra ciega perdida en Alaska, vuelve a su hogar
Pero el domingo pasado McKenzie recibió una llamada de la persona que encontró al animal. Afortunadamente, después de recorrer 16 kilómetros, llegó a las manos del veterinario Mark May, al que sorprendió especialmente el hecho de que la perra no tuviera signos de congelación.
Toda la comunidad de vecinos colaboró para que Abby regresara a casa para las fiestas compartiendo su historia y fotos en las redes sociales y mediante correo electrónico. Así el doctor May logró encontrar a McKenzie y sus tres hijos, Ava, Greg y Shane, lo que sin la ayuda de toda esa gente habría resultado imposible.
“Es un milagro, no hay palabras para describirlo", dijo McKenzie, con emoción en la voz y lágrimas en los ojos, en una entrevista concedida al periódico local ‘The Fairbanks Daily News-Miner’. "Ya no esperábamos que volviera sana y salva. Es ciega. Es un milagro. Es increíble”, añadió.
Durante la Nochebuena, Abby recibió las caricias de la familia bajo el árbol de Navidad, con el estómago lleno y una nueva placa de identificación en el collar alrededor de su cuello.