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La UE actúa ante la crisis de Chipre como un “bombero pirómano”
La Unión Europea actúa ante la crisis chipriota como un “bombero pirómano”, según el profesor titular de Economía Política de la Universidad del País Vasco Joaquín Arriola.
Uno de los pilares del plan de Chipre para recibir el rescate de la Troika es la imposición de una tasa a los grandes depósitos bancarios. Mientras la medida todavía debe votarse en el Parlamento, los especialistas ya pronostican que “no va a solucionar nada”.
“La UE está actuando como un 'bombero pirómano' que cuando hay un incendio, en lugar de llevar la manguera de agua, va con una lata de gasolina. Probablemente cuando abran los bancos chipriotas se produzca lamentablemente una fuga de depósitos que deterioraría rápidamente la situación”, explica Joaquín Arriola.
En declaraciones del profesor, “la solución que ha inventado la UE para Chipre resulta sorprendente, ya que en ningún otro caso, ni en Irlanda, ni en Italia, ni en España, se ha considerado que los que tienen que pagar el problema de unas entidades financieras insolventes sean los clientes de esas entidades”.
Con ese plan alternativo el Gobierno chipriota pretende reunir los 5.800 millones de euros exigidos por el Eurogrupo como contribución propia a cambio del rescate de 10.000 millones de euros que le entregarán. El Parlamento del país isleño ya aprobó una parte del denominado 'plan B' que incluye la creación de un Fondo Nacional de Solidaridad y la restricción de las transacciones financieras.
“La UE está actuando como un 'bombero pirómano' que cuando hay un incendio, en lugar de llevar la manguera de agua, va con una lata de gasolina. Probablemente cuando abran los bancos chipriotas se produzca lamentablemente una fuga de depósitos que deterioraría rápidamente la situación”, explica Joaquín Arriola.
En declaraciones del profesor, “la solución que ha inventado la UE para Chipre resulta sorprendente, ya que en ningún otro caso, ni en Irlanda, ni en Italia, ni en España, se ha considerado que los que tienen que pagar el problema de unas entidades financieras insolventes sean los clientes de esas entidades”.
Con ese plan alternativo el Gobierno chipriota pretende reunir los 5.800 millones de euros exigidos por el Eurogrupo como contribución propia a cambio del rescate de 10.000 millones de euros que le entregarán. El Parlamento del país isleño ya aprobó una parte del denominado 'plan B' que incluye la creación de un Fondo Nacional de Solidaridad y la restricción de las transacciones financieras.
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