Sociedad
Niño palestino-estadounidense, encarcelado en una prisión israelí para adultos
Un niño de 14 años originario de Nueva Orleans, EE.UU., fue condenado el miércoles a dos semanas de cárcel en una prisión israelí para adultos, después de haber sido secuestrado el 5 de abril por fuerzas israelíes mientras dormía en su casa.
Mohammad Khalek es un ciudadano palestino-estadounidense, nacido en Nueva Orleans, pero que actualmente vive en Cisjordania con su familia. El niño fue acusado de arrojar piedras y tendrá que pagar una multa de 835 dólares, además de pasar dos semanas en una prisión de adultos. Mohammad padece un soplo en el corazón y asegura que sufrió abusos físicos durante el interrogatorio.
Mohammad se encuentra detenido en la prisión de Ofer en Cisjordania, según su abogado, Firas Sabah de Addameer. El 7 de abril, se presentó ante un juez de un tribunal militar israelí que accedió a la petición de la fiscalía de ampliar el periodo de interrogatorio.
El detenido se quejó al juez del maltrato físico que sufrió durante la detención e interrogatorio. Su padre estaba particularmente preocupado por el bienestar de Mohammad, debido a la dolencia cardiaca que afecta al niño desde su nacimiento.
"Mohammad fue detenido sin orden judicial, le negaron el acceso a un abogado y fue interrogado sin la presencia de sus padres", asegura Randa Wahbe, oficial de promoción de la Asociación de Derechos Humanos y Defensa Addameer. "También hay evidencias de que fue maltratado durante su detención y traslado. Es difícil encontrar un derecho que no haya sido violado" en este caso.
"En todos los sentidos, este es un caso típico que implica la detención y el maltrato de un niño palestino por fuerzas israelíes", dijo Ayed Abu Eqtaish, director del Programa de Responsabilidad en la organización no gubernamental Defensa Internacional de Niñas y Niños Sección Palestina (DCI-Palestina). "Lamentablemente, las detenciones nocturnas y el maltrato a niños son sistemáticos en el sistema de detención militar israelí. Este caso ha trascendido solo porque el niño tiene la ciudadanía de EE.UU.".
La sentencia del miércoles generó el inicio de una campaña llamada ‘call-in campaign’ y organizada por los activistas de la solidaridad con Palestina en el estado natal de Mohammad, Luisiana, en el sur de EE.UU. “EE.UU. ignora deliberadamente los abusos contra los palestinos por parte de Israel, ya que nuestros políticos siguen enviando más de 3.000 millones de dólares al año para apoyar la ocupación ilegal”, dijo el miembro del Comité de Solidaridad con Palestina Jacob Flom.
“Exigimos a nuestros representantes que tomen posición mediante el apoyo a su propio ciudadano, Mohammad Khalek. Nosotros no aceptamos que guarden silencio, ya que envían dinero de nuestros impuestos para encarcelar a niños que han sido despojados de sus tierras y de sus derechos”, reclamó Flom.
En casi el 79% de los casos documentados por DCI-Palestina en 2012, se produce alguna forma de violencia física durante la detención y el interrogatorio de menores. En más de la mitad de esos casos, los niños fueron detenidos en la casa de la familia en mitad e la noche o a primera hora de la mañana.
Pruebas difundidas por DCI-Palestina demuestran que los niños llegan a los centros de interrogatorios israelíes con los ojos vendados y atados. A diferencia de los menores israelíes, los niños palestinos no tienen derecho de estar acompañados por sus padres durante el interrogatorio. Por el contrario, son interrogados solos y rara vez informados de sus derechos, en particular de su derecho a no autoincriminarse. La técnica de la mayoría de los interrogatorios es una mezcla de intimidación, amenazas y violencia física con el claro propósito de obtener una confesión.
En marzo, un total de 4.812 palestinos fueron detenidos en cárceles israelíes, informa Addameer. De ellos 236 eran niños de entre 12 y 17 años de edad, según la investigación de DCI-Palestina.
Mohammad se encuentra detenido en la prisión de Ofer en Cisjordania, según su abogado, Firas Sabah de Addameer. El 7 de abril, se presentó ante un juez de un tribunal militar israelí que accedió a la petición de la fiscalía de ampliar el periodo de interrogatorio.
El detenido se quejó al juez del maltrato físico que sufrió durante la detención e interrogatorio. Su padre estaba particularmente preocupado por el bienestar de Mohammad, debido a la dolencia cardiaca que afecta al niño desde su nacimiento.
"Mohammad fue detenido sin orden judicial, le negaron el acceso a un abogado y fue interrogado sin la presencia de sus padres", asegura Randa Wahbe, oficial de promoción de la Asociación de Derechos Humanos y Defensa Addameer. "También hay evidencias de que fue maltratado durante su detención y traslado. Es difícil encontrar un derecho que no haya sido violado" en este caso.
"En todos los sentidos, este es un caso típico que implica la detención y el maltrato de un niño palestino por fuerzas israelíes", dijo Ayed Abu Eqtaish, director del Programa de Responsabilidad en la organización no gubernamental Defensa Internacional de Niñas y Niños Sección Palestina (DCI-Palestina). "Lamentablemente, las detenciones nocturnas y el maltrato a niños son sistemáticos en el sistema de detención militar israelí. Este caso ha trascendido solo porque el niño tiene la ciudadanía de EE.UU.".
La sentencia del miércoles generó el inicio de una campaña llamada ‘call-in campaign’ y organizada por los activistas de la solidaridad con Palestina en el estado natal de Mohammad, Luisiana, en el sur de EE.UU. “EE.UU. ignora deliberadamente los abusos contra los palestinos por parte de Israel, ya que nuestros políticos siguen enviando más de 3.000 millones de dólares al año para apoyar la ocupación ilegal”, dijo el miembro del Comité de Solidaridad con Palestina Jacob Flom.
“Exigimos a nuestros representantes que tomen posición mediante el apoyo a su propio ciudadano, Mohammad Khalek. Nosotros no aceptamos que guarden silencio, ya que envían dinero de nuestros impuestos para encarcelar a niños que han sido despojados de sus tierras y de sus derechos”, reclamó Flom.
En casi el 79% de los casos documentados por DCI-Palestina en 2012, se produce alguna forma de violencia física durante la detención y el interrogatorio de menores. En más de la mitad de esos casos, los niños fueron detenidos en la casa de la familia en mitad e la noche o a primera hora de la mañana.
Pruebas difundidas por DCI-Palestina demuestran que los niños llegan a los centros de interrogatorios israelíes con los ojos vendados y atados. A diferencia de los menores israelíes, los niños palestinos no tienen derecho de estar acompañados por sus padres durante el interrogatorio. Por el contrario, son interrogados solos y rara vez informados de sus derechos, en particular de su derecho a no autoincriminarse. La técnica de la mayoría de los interrogatorios es una mezcla de intimidación, amenazas y violencia física con el claro propósito de obtener una confesión.
En marzo, un total de 4.812 palestinos fueron detenidos en cárceles israelíes, informa Addameer. De ellos 236 eran niños de entre 12 y 17 años de edad, según la investigación de DCI-Palestina.
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