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Comparando la España imperial con EE.UU.: Una historia de dos Historias (Parte VIII)

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Comparando la España imperial con EE.UU.: Una historia de dos Historias (Parte VIII)
Deseo tocar unos puntos adicionales con respecto a la opinión del Sr. James P. Pinkerton, autor y comentarista político de Fox News, quien aseveró con respecto a la historia moderna de España lo siguiente: "Los españoles, víctimas de agresión en casa, se convirtieron en los victimarios en el extranjero". Esto escribió el autor angloamericano estadounidense en su  artículo titulado 'Yesterday’s Spain, Today’s America' ('La España de ayer, la América [EE.UU.] de hoy') publicado en la revista norteamericana 'The American Conservative' ('El conservador americano'). Reemplacemos a los españoles con los colonos angloamericanos de las Trece Colonias británicas de Norteamérica, los futuros EE.UU. En este sentido, es importante recordar cómo el famoso prócer de la Guerra de Independencia de los EE.UU. y primer presidente de la naciente república americana, George Washington, inició su carrera militar como colono de Virginia y súbdito del Rey Jorge III de Inglaterra.

Y es que el joven Teniente Coronel Jorge Washington de 22 años de la milicia de Virginia, después de haber entrado ilegalmente en territorio de Francia, fue responsable, sin provocación previa, de un ataque en tiempos de paz en 1754, contra un contingente francés con misión de parlamentar con los británicos. Washington ordenó abrir fuego primero contra los franceses rodeados y sin posibilidad de ofrecer efectiva resistencia por no estar formados en combate, mientras su jefe hablaba en parlamento, matando así al oficial al mando del contingente francés mientras leía un requerimiento ordenando la salida de los ingleses de tierras pertenecientes por derecho a Francia, matando también a tiros a su atambor y a ocho franceses más sin provocación e hiriendo en el proceso a otro y tomando a 21 prisioneros más, dejando los cuerpos de franceses masacrados sin sepultar. Por este ataque y crimen cometido en tiempos de paz bajo las órdenes y responsabilidad militar del Teniente Coronel Jorge Washington, se desencadenaron una serie de combates entre las fuerzas francesas y británicas apostadas en Norteamérica que llevó al comienzo de la llamada Guerra de los Siete Años de 1756 a 1763. Esta guerra de escala mundial, que además de a Francia y a la Gran Bretaña involucró a otras potencias, causó según estimaciones aproximadamente 1 millón de bajas entre muertos y heridos. Examinemos ahora el por qué el futuro prócer de la Independencia de los EE.UU. junto con los milicianos de la colonia de Virginia bajo su mando "se convirtieron en los victimarios en el extranjero". Y la palabra "victimario" según el diccionario de la Real Academia Española quiere decir "homicida". La "hazaña" del joven Washington fue la Masacre de la Cañada de Jumonville (Jumonville Glen).

Retrato de 1772 del entonces Coronel George Washington con 40 años, en uniforme del Regimiento de Virginia, unidad colonial del Ejército Británico:


Todo empezó por la disputa territorial entre Francia y la Gran Bretaña por la posesión de la región del valle del Río Ohio (pronunciado Ojaio). Esta región pertenecía por derecho a Francia por haberla descubierto y explorado primero, formando parte del Virreinato de Nueva Francia, que se extendía desde el Golfo de México y la ciudad de Nuevo Orleans en el sur, la vasta cuenca del Río Misisipi (que incluía los valles de los ríos Ohio y Allegheny) y la cuenca del Río San Lorenzo hasta la Península de Labrador en el Canadá por el noreste, incluyendo también a los Grandes Lagos y llegando hasta el Lago Winnipeg por el noroeste. El gobierno británico reclamaba sin derecho el valle del Río Ohio, siendo en particular reclamados su territorio por las colonias británicas de Virginia y Pennsylvania. A la vanguardia de los reclamos británicos, en general, y de la colonia de Virginia, en particular, se hallaba la llamada Compañía de Ohio de Virginia, compañía de inversión en bienes raíces y especulación de tierras que también promovía el comercio con los indios en el valle del Ohio, habiendo sido formada por inversionistas de Virginia y de Londres en 1748. Por hallarse el Río Ohio al oeste de Virginia, la posesión de su valle por los franceses le cerraba el paso a la expansión de esta colonia inglesa hacia el oeste. A través de la Compañía de Ohio los ingleses buscaban expandir y afianzar sus reclamos territoriales en el valle del Ohio, vendiendo tierras a inversionistas y estableciendo poblaciones de colonos y factorías de comercio con los indios en un territorio que no era de esa compañía, al ser ya posesión de Francia.

Mapa de las rutas de exploración de La Salle. En rojo aparece su primera exploración, de los ríos Allegheny y Ohio:


Los derechos de la Corona de Francia a las tierras del valle del Ohio se basaban en que el explorador francés René-Robert Cavelier, Señor de La Salle, fue el primer europeo que descubrió, exploró y recorrió el curso de los ríos Allegheny y Ohio en 1669-1670, antes que los ingleses, llegando hasta las Cataratas del Ohio por la actual ciudad de Louisville, Kentucky, lo que le impidió seguir en aquella ocasión río abajo hacia el suroeste hasta la confluencia con el Río Misisipi. Durante su primera expedición de 1669-1670, La Salle descubrió la confluencia de los Ríos Allegheny, Monongahela y Ohio, reclamando para Francia el valle del Río Ohio. Más adelante, en su expedición de 1682 por el Río Misisipi, La Salle llamó a la cuenca del Misisipi La Luisiana en honor al Rey Luis XIV de Francia, el Rey Sol, reclamándola para Francia. Dicha vasta cuenca incluía los valles de los ríos Ohio y Allegheny. Es por ello que las pretensiones de la Gran Bretaña y de la Compañía de Ohio a estas tierras para 1750, 80 años después de haberlas reclamado La Salle para Francia, carecían de validez, pues cuestionar la soberanía de Francia sobre el valle del Ohio habría sido igual que si Francia hubiese cuestionado la soberanía británica sobre sus colonias de Virginia, Pennsylvania, Nueva York o Massachusetts. Por añadidura, comerciantes de pieles franceses habían estado operando por décadas en los valles de los ríos Allegheny y Ohio y Francia había construido una red de fuertes a lo largo del Río Allegheny para defender su soberanía sobre la región.

Además, el gobierno francés había reafirmado sus derechos al haber enviado en 1749 una expedición a los valles de los ríos Allegheny y Ohio, donde se enterraron placas de plomo en numerosos puntos como declaración formal de la posesión de dichos territorios por Francia y para delimitar físicamente sus dominios ante las ambiciones británicas. Mientras que la penetración francesa colonial de Norteamérica se inició desde el Canadá, extendiéndose hacia el interior del continente norteamericano a través de los Grandes Lagos y del curso de los ríos, la colonización inglesa de Norteamérica se hizo a lo largo de la costa este, hacia el norte y sur, estando su penetración hacia el oeste limitada por la Cordillera de los Apalaches y por la presencia del Virreinato de Nueva Francia.

No está de más decir que Jorge Washington habría tenido intereses personales en la Compañía de Ohio, ya que su medio hermano mayor Lawrence fue uno de los fundadores de dicha compañía. Además, como propietario de tierras de Virginia y como especulador de terrenos, Washington habría estado interesado en la adquisición de nuevas propiedades en la región del valle del Ohio hacia el oeste, habiendo adquirido durante su vida tierras en la parte occidental de Virginia en numerosas ocasiones. Y a su muerte en 1799, Jorge Washington tenía propiedades en 37 lugares distintos, siendo propietario de más de 65.000 acres de tierra, equivalente a 26.304 hectáreas.  

Cabe añadir que el Teniente de Gobernador de la colonia de Virginia, el inglés Robert Dinwiddie, era accionista de la Compañía de Ohio y, naturalmente, se oponía a la posesión francesa del valle del Río Ohio. Dinwiddie fue Teniente de Gobernador de Virginia de 1751 hasta 1758. Fue a través de Lawrence Washington que Dinwiddie conoció a Jorge Washington, por la participación de Lawrence en la Compañía de Ohio y por su rango de mayor (comandante) de la milicia de Virginia. Tras la muerte de Lawrence Washington en 1752, Dinwiddie le concede a Jorge Washington el rango de mayor de la milicia de Virginia.

Mapa de la región de los valles de los ríos Ohio y Allegheny vista por los ingleses y sobrepuesta a los actuales estados de EE.UU., región de soberanía francesa:
Fue con estos antecedentes que el Teniente de Gobernador Dinwiddie ordena en marzo de 1754 al recientemente ascendido Teniente Coronel Jorge Washington de 22 años del nuevo Regimiento de Virginia reclutar una fuerza de hombres para proceder a la región del valle del Ohio, que era dominio de Francia. Se le ordenaba a Washington actuar de manera defensiva, y en caso de que cualquiera intentase impedir los trabajos de los ingleses en la región y de interferir con sus asentamientos, debía “restringir” a las personas que lo intentasen y, en caso que éstas ofreciesen resistencia, estaba autorizado “a hacerlos prisioneros o matarlos y destruirlos”. Aparentemente estas órdenes las dio Dinwiddie sin haber consultado primero con el gobierno británico en Londres, actuando de manera unilateral y sin su autorización. Hay que señalar que los actos de Dinwiddie con respecto al territorio del valle del Ohio han sido considerados como causantes de la guerra no declarada entre Francia y la Gran Bretaña en Norteamérica que se inició en 1754 y que desembocó en la declarada Guerra de los Siete Años dos años después.    

Washington logró reunir un contingente de algo menos de 160 hombres pertenecientes al  Regimiento de Virginia al partir hacia el valle del Ohio, uniéndoseles durante su marcha en Winchester, Virginia, más colonos como voluntarios. Adicionalmente, el cacique indio iroqués Tanacharison, a quien los ingleses llamaban “Medio Rey”, se unió como aliado a la fuerza de Washington con algunos de sus guerreros que actuaban como exploradores y combatientes auxiliares. Washington y su contingente de Virginia habían acampado en el lugar conocido como Grandes Prados (Great Meadows), enviando como fuerza avanzada a un grupo de 36 hombres más al norte a un punto estratégico que domina la confluencia de los ríos Ohio, Allegheny y Monongahela, por ser allí donde estos dos últimos ríos se unen para formar el Ohio. En dicho punto los colonos de Virginia enviados por Washington y capitaneados por un empleado de la Compañía de Ohio empezaron a construir un fuerte patrocinado por la Compañía de Ohio, en el lugar donde estaría la futura ciudad de Pittsburg, en Pennsylvania. Ante esto, una fuerza mayor francesa de unos 500 hombres entre soldados franceses, milicianos canadienses e indios aliados bajo el mando del Capitán Claude-Pierre Pécaudy de Contrecoeur se presenta para desalojar a los colonos de Virginia, lo que se logra sin combatir el 16 de abril de 1754 al retirarse los colonos ingleses ante la superioridad numérica de los franceses. Tras esto, el Capitán Contrecoeur ordena la construcción del Fuerte Duquesne, así llamado en honor del Marqués Du Quesne, Gobernador General de Nueva Francia, en el lugar donde los colonos de Virginia habían estado construyendo su fuerte.   

Mapa aproximado de la Nueva Francia, pues no incluye todas las tierras de la cuenca del Río Misisipi al oeste y este del río, dejando fuera, por ejemplo, la región de color gris al norte de la Florida que era parte de la Luisiana al este del Misisipi:


Ante la construcción por los franceses del Fuerte Duquesne, el Teniente de Gobernador de Virginia Dinwiddie y el Teniente Coronel Washington, cuya fuerza estaba acampada en Grandes Prados, planearon construir con la fuerza bajo el mando de Washington un camino estratégico que permitiese el transporte de tropas, de carretas de suministros y de artillería con la intención ulterior de asediar y conquistar por la fuerza al Fuerte Duquesne. Esto ambos lo deciden sin haber consultado primero con el gobierno británico en Londres. Cabe señalar que por su penetración con fuerza armada en tiempos de paz dentro de territorio de la Nueva Francia en Grandes Prados y después en la confluencia de los ríos Ohio, Allegheny y Monongahela, Jorge Washington y sus soldados de Virginia actuaron ilegalmente y por ello eran alienígenas ilegales (illegal aliens).   

Sabiendo los franceses de la presencia de la fuerza bajo el mando de Washington en Grandes Prados -territorio reclamado por ellos- envían un contingente en su dirección. Mientras tanto, los exploradores iroqueses aliados de Washington descubren antes el campamento de dicho contingente francés, y el joven teniente coronel de Virginia sale en su búsqueda al mando de unos 40 soldados de Virginia y unos 20 a 30 indios aliados con la intención premeditada de atacar a los franceses. Es posible que por joven -y por ello impetuoso- Washington haya estado con ganas de vengarse y castigar a los franceses por la osadía de haber desalojado a sus hombres un mes y medio antes, interfiriendo con sus planes económicos y comerciales como miembro de la Compañía de Ohio, además de interferir con los planes de expansión de su colonia de Virginia, al construir aquellos Fuerte Duquesne. Es más que probable que Washington, con el beneplácito de Dinwiddie, haya querido provocar de manera deliberada un incidente bélico con Francia que desencadenase una guerra entre esta potencia rival y la Gran Bretaña. En este sentido, el joven propietario de la plantación de Mount Vernon tendría la certeza de que en una nueva guerra ganaría Inglaterra, por su superioridad naval y poderío militar.

No habría habido duda de que la Gran Bretaña se habría impuesto sobre Francia en Norteamérica también por el hecho de que sus Trece Colonias de Norteamérica a mediados del siglo XVIII podían proporcionar más recursos con su población de millón y medio de habitantes para derrotar a los franceses y así conquistar sus territorios de la Nueva Francia, la cual tenía para ese entonces una población francesa de tan solo unos 70.000 habitantes, según René Chartrand. En comparación, de acuerdo a Chartrand, solo la colonia inglesa de Virginia disponía a mediados del siglo XVIII de una fuerza de unos 36.000 hombres para su milicia. La idea sería por ello causar un incidente que provocaría una guerra que llevaría a la conquista británica de la región del valle del Río Ohio, beneficiando así a la Compañía de Ohio de la cual el colono inglés Jorge Washington y el inglés de la metrópoli Robert Dinwiddie eran miembros. Cabe indicar que el medio hermano de Jorge Washington, Lawrence Washington, fue el segundo presidente de la Compañía de Ohio tras la muerte de su primer presidente, Thomas Lee, quien había sido además presidente del Consejo de Estado de Virginia. El otro medio hermano del futuro primer presidente de EE.UU., el Coronel Augustine Washington (fallecido en 1762), fue también miembro de la compañía. Todo quedaba en familia.

La cuenca del Río Misisipi con sus seis cuencas secundarias. La vasta cuenca del Misisipi era parte de la región de la Luisiana de la Nueva Francia. La Luisiana francesa incluía las tierras al sur de la cuenca del Río Ohio hasta la frontera con la Florida, española, pero incluyendo la parte de la Florida Occidental directamente al sur del actual estado de Alabama, y las costas del Golfo de México de los actuales estados de Misisipi y Alabama:

Habiéndose aproximado silenciosamente durante la noche a donde estaba acampado el contingente francés de Jumonville, la fuerza combinada británico-iroquesa bajo el mando de Washington ocupa posiciones antes de atacar, rodeando a los franceses que dormían sin sospechar ni esperar un ataque por estar en tiempos de paz. Los soldados del Regimiento de Virginia y los iroqueses así ocupan posiciones elevadas sobre rocas que dominaban el lugar donde descansaban los franceses, con los colonos ingleses y Washington desplegados en un lado del cerco y sus indios aliados en otro. Esperaban llevar a cabo su ataque al amanecer del 28 de mayo de 1754.     

El contingente francés de unos 33 hombres estaba bajo el mando del Alférez Joseph Coulon de Villiers, Señor de Jumonville, habiendo partido de Fuerte Duquesne. Jumonville fue enviado por su comandante, Contrecoeur, el 23 de mayo tras éste ser informado de la presencia de la fuerza bajo el mando de Washington en tierras del valle del Ohio, pertenecientes a Francia. La misión de Jumonville y sus hombres no era una de guerra, pues Francia y la Gran Bretaña estaban en tiempos de paz. Jumonville tenía órdenes de encontrar a la fuerza de Washington para leerle en parlamento al oficial que la mandaba (Washington) el requerimiento formal por el cual se le requería a los considerados intrusos el “irse en paz” de las tierras de Nueva Francia, indicando que no habría más avisos. Las órdenes dadas a Jumonville no eran las de atacar, ya que Contrecoeur no deseaba provocar ningún acto que causase un conflicto que, al poner fin a la paz reinante, fuese en contra de “mantener la unión existente entre dos príncipes que son amigos”, los reyes Luis XV de Francia y Jorge II de la Gran Bretaña. También según Chartrand, Jumonville contaba con un tambor para llamar a parlamento, un intérprete, otro oficial, tres cadetes y 26 hombres entre soldados franceses y milicianos canadienses.

Cumpliendo con su misión, Jumonville fue en búsqueda de la fuerza de Washington para leerle el requerimiento. Con tiempo lluvioso, el 26 de mayo, Jumonville y sus hombres buscaron refugiarse en el lugar que se conocería como la Cañada de Jumonville, permaneciendo allí el día 27 por el mal clima. La cañada se hallaba a 8 kilómetros de Grandes Prados, donde estaba acampada la fuerza principal de Washington. Según Chartrand, y citando a un miliciano canadiense llamado Monceau que logró escapar a la masacre, eran como las 7 de la mañana cuando los miembros del grupo de Jumonville se estaban despertando y preparaban el desayuno. En eso al menos los soldados coloniales de Virginia bajo órdenes de Washington abren fuego con sus mosquetes en un ataque sorpresa. Sólo los colonos de Virginia dispararon y no sus indios aliados, disparando dos descargas con sus mosquetes, según Monceau. El Alférez Jumonville les dijo a los atacantes que pararan de disparar, ya que tenía que hablarles. Los colonos ingleses pararon de tirar, y Jumonville empezó a leerles el requerimiento por medio de un traductor. Mientras esto sucedía, los hombres de Jumonville se pararon detrás de su jefe, formando un grupo cerrado en medio del cerco de los colonos de Virginia y sus aliados iroqueses. Monceau aprovecha el momento para escabullirse por un lado entre los árboles del bosque y escapar. Este testimonio de Monceau fue recogido por el Capitán Contrecoeur en Fuerte Duquesne, quien lo remitió en carta al Gobernador General de Nueva Francia en la ciudad de Québec.    

La Cañada de Jumonville. Washington y sus soldados tomaron posiciones sobre las rocas mientras que el grupo de Jumonville acampó en el claro a mano derecha:  


Según el artillero J.C.B. de Fuerte Duquesne, quien oyó de Monceau lo que ocurrió en la cañada, Monceau escuchó en el bosque separado del grupo de Jumonville unos tiros seguidos por una segunda descarga acompañada de los gemidos de los moribundos. Esto podría referirse al momento en que Jumonville fue muerto mientras le leía a Washington el requerimiento. Así lo apuntó Contrecoeur, y se sabe que el tambor que acompañaba el grupo de Jumonville para tocar en parlamento también fue matado por los tiros de los hombres de Washington, de acuerdo a Chartrand. El comandante francés de un puesto de avanzada recogió el testimonio de un iroqués desertor del grupo de Washington que fue testigo de que Jumonville fue muerto de un tiro en la cabeza mientras leía el requerimiento, muriendo también varios de sus hombres víctimas de las descargas de mosquete de los soldados de Virginia. Del total del contingente de Jumonville murieron en la masacre causada por Washington al menos 10, incluyendo al mismo Jumonville y a su atambor. El contingente francés tuvo un herido y 21 más fueron hechos prisioneros por Washington, incluyéndose entre los prisioneros al segundo oficial del grupo de Jumonville, el también Alférez Pierre-Jacques Drouillon.

Grabado en que se representa la muerte de Jumonville mientras le leía el requerimiento a Washington:


Como prisionero Drouillon dio un testimonio de los hechos que los ingleses tradujeron al inglés (posiblemente a su manera, dejando fuera aquello que no les convenía) y que pusieron por escrito en una carta dirigida al Teniente de Gobernador de Virginia Dinwiddie, en donde el alférez francés dice que habían sido “cerca de las 7 u 8 en punto de la mañana” cuando Washington les atacó, que el grupo de Jumonville no acudió a las armas y que Washington “podría haber escuchado a nuestro intérprete . . . en vez de aprovechar la oportunidad para dispararnos”, según cita y relata Chartrand. Cuando desde Fuerte Duquesne se envió una fuerza militar para castigar a Washington, tras conocerse lo sucedido en la Cañada de Jumonville, la fuerza francesa halló cuatro cuerpos de franceses sin sepultar en la cañada, en estado de descomposición y sin sus cueros cabelludos, de acuerdo a Chartrand. ¡Ni siquiera Washington y sus soldados de Virginia pudieron darles cristiana sepultura! ¿Podría haber sido esto una “firma” dejada por Washington por la masacre que cometió -en sí un acto de guerra en tiempo de paz- para que al descubrir los franceses los cuerpos insepultos y mutilados de sus compatriotas, con mayor saña e indignación lanzasen un ataque de represalia contra los británicos que desencadenase una deseada guerra entre Francia y la Gran Bretaña?  
¿Y cuál fue el relato de lo sucedido en lo que se llamaría después la Cañada de Jumonville según el principal autor de los hechos allí acaecidos, Jorge Washington? De acuerdo a Chartrand, Washington escribió en su obra 'Comentarios' ('Remarks') que "los franceses enviaron un destacamento a reconocer nuestro campamento y obtener inteligencia sobre nuestra fuerza y posición . . . ; aviso de lo cual (fue) dado por los exploradores, G W [Jorge Washington] marchó a la cabeza del destacamento, atacó, mató 9 ó 10, y capturó unos 20". En su informe a Dinwiddie del 29 de mayo, el día después de la masacre, según Chartrand, Washington describe que con sus soldados y aliados indios "formé un orden [adoptó una formación] para atacar por todos los lados, lo que en consecuencia hicimos, y después de un combate de unos 15 minutos, matamos 10, herimos uno y tomamos 21 prisioneros, entre aquellos que fueron muertos, estaba Monsieur de Jumonville, el comandante". Y tal fue el gusto y entusiasmo de Washington por lo que había ocurrido que en una carta escrita a su hermano le decía: "Puedo en verdad asegurarte, escuché balas silbar y créeme, había algo encantador en el sonido".

Está claro que Washington fue con sus hombres a atacar a los franceses y dio la orden de abrir fuego contra el contingente de Jumonville con la intención de matar, lo que constituía una violación de la paz. Los testimonios franceses indican que Jumonville fue muerto cuando leía el requerimiento, matándose también a su tambor, una grave violación de las reglas de la guerra de aquel entonces al atacarse a un emisario en misión de parlamento mientras cumplía su misión de leer un documento oficial, en tiempos de paz y no de guerra. Y los 10 franceses muertos fueron abatidos a tiros estando rodeados y sin haber tomado las armas o haber adoptado una formación de combate para defenderse. Fue una masacre a la que se añade el hecho que al menos los cuerpos de 4 franceses masacrados fueron dejados sin sepultar.

Representación pictórica de la Cañada de Jumonville antes del ataque del 28 de mayo de 1754 por Washington y sus hombres. Realmente Washington y sus soldados habrían ocupado la posición sobre las rocas y sus indios aliados el lado opuesto:

Es con todo esto que el relato de un inglés que ni siquiera estuvo en el ataque al grupo de Jumonville y que lo que dijo supuestamente lo basó en lo que otros le habían contado, de que el cacique iroqués 'Medio Rey' mató de un hachazo a Jumonville tras éste rendirse con sus hombres, parece ser más una historia para excusar a Washington de su responsabilidad de lo sucedido. Pero aún de haber sido así, Washington como comandante de la fuerza británico-iroquesa era responsable de los hombres bajo su mando y de lo que ocurrió, más aún cuando fue con su contingente con la intención hostil y premeditada de atacar y matar franceses, en tiempo de paz y siendo su tropa de Virginia más numerosa que los iroqueses presentes. Jorge Washington recibió su bautismo de fuego en su carrera militar como un criminal de guerra, responsable de la masacre que ocurrió en lo que se llamaría Cañada de Jumonville, por su víctima de más rango. Lo dudoso de la historia de que los indios iroqueses cometieron la masacre y no Washington y sus soldados de Virginia se deduce del mensaje que Dinwiddie envió al gobierno inglés en Londres, informando sobre lo acaecido. De acuerdo a Chartrand, Dinwiddie escribió que la acción de Washington fue "una pequeña escaramuza (que) fue realmente el trabajo del Medio Rey y… (sus) indios. No éramos [Washington y los colonos de Virginia] más que los auxiliares de ellos". Ja, ja. ¡Sí, claro!

En Londres no todos habrían sido engañados por estas excusas. Horace Walpole, prominente político del partido Whig, dijo del ataque de Washington a los franceses del 28 de mayo de 1754: "La descarga disparada por un joven virginiano en un lugar remoto de América incendió al mundo". Horace Walpole fue hijo del primer ministro británico Robert Walpole y primo del Almirante Horatio Nelson, héroe británico de Trafalgar. Sin duda, la represalia militar francesa por el ataque contra Jumonville desencadenó una serie de acciones militares entre las fuerzas de Francia y la Gran Bretaña en Norteamérica en una guerra no declarada que duró dos años hasta que se declaró formalmente en 1756, iniciándose la Guerra de los Siete Años, que duró hasta 1763. Francia perdió en esta guerra a la Gran Bretaña sus territorios en el Canadá y los territorios de la Luisiana al este del Río Misisipi incluyendo las regiones de los valles de los ríos Ohio y Allegheny. En compensación a España por la pérdida de la Florida a la Gran Bretaña en el Tratado de París de 1763, que pone fin a la Guerra de los Siete Años, Francia le cede a España los territorios de la Luisiana al oeste del Río Misisipi (la Luisiana española), quedándose el Rey de Francia por ello sin ningún territorio continental en Norteamérica. La Guerra de los Siete Años involucró a otras potencias, y al finalizar se calcula que cerca de 1 millón (se estima en más de 991,000) de hombres de todos los bandos habrían muerto o sido heridos durante la contienda. Y eso sin contar las muertes de civiles de dicha guerra. Por haber causado por su ataque contra Jumonville y su grupo el comienzo de las hostilidades que desembocarían en la Guerra de los Siete Años, guerra mundial que se considera la más sangrienta del siglo XVIII, Jorge Washington es en gran medida responsable del inicio y por ello de las muertes y destrucción de esta larga contienda que realmente empezó aquel 28 de mayo de 1754 y terminó en 1763.

Curiosamente, aunque la Gran Bretaña ganó la Guerra de los Siete Anos, guerra que se puede decir fue causada por la guerra no declarada que se inició con el ataque y masacre cometidos por Washington y sus hombres en 1754, tales fueron las deudas que acumuló el gobierno inglés para vencer en el conflicto que concluyó en 1763, que tuvo que imponer impuestos sobre las Trece Colonias de Norteamérica para ayudar a pagar dichas deudas. Pero aun cuando las Trece Colonias salieron muy beneficiadas en la guerra con la eliminación del imperio francés en Norteamérica, objetaron a dichos impuestos, lo que llevó eventualmente a la Revolución Americana y a la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Y como bien se sabe, en esta guerra Jorge Washington volvió a salir a la luz pública como Comandante en Jefe del Ejército Continental, al final victorioso, lo que le llevó al General Washington a ser primer presidente de los Estados Unidos de América, prócer de su independencia y héroe nacional de este país de inmortal memoria. ¡Lo que es el destino y lo que son los giros que da!

Pero aun con sus merecidos méritos y su merecida gloria como prócer de la independencia, general victorioso y primer presidente, le recuerdo a los angloamericanos conservadores estadounidenses que si han de hablar de los españoles como “victimarios (homicidas) en el extranjero”, que cuando vean un billete de 1 dólar, la cara de una moneda de 25 centavos, escuchen acerca de o estén en la capital de Washington, DC, o vean su Obelisco, se acuerden de que el Teniente Coronel George Washington a sus 22 años fue un criminal de guerra que cometió una masacre en donde violó las leyes de la guerra y de la paz, y que por dicha masacre fue causante directo de una guerra en Norteamérica e indirecto de la Guerra de los Siete Años con todas sus bajas de muertos y heridos. Así que antes de ver la paja en el ojo del vecino miren el tronco de árbol en el propio.
El Dr. Lajos Szászdi es analista de asuntos de defensa, seguridad y relaciones internacionales, autor,  conferenciante y comentador en la televisión y la radio 

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