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El MI5 controló una red nazi de traidores en el Reino Unido durante la II Guerra Mundial
Una amplia red de simpatizantes nazis que trabajaba para socavar los esfuerzos de guerra de Gran Bretaña contra Alemania durante la Segunda Guerra Mundial fue controlada en secreto por el servicio de inteligencia británica MI5.
Según los documentos publicados por el Archivo Nacional británico, una amplia red de traidores y de topos que trabajaron a favor de Alemania, estuvo controlada en secreto por la MI5.
La inteligencia británica quería dar a la organización señales y distintivos especiales para que los nazis pensaban que eran signos afines a ellos en caso de invasión alemana, cuando en realidad servían para que la policía pudiera identificar a los miembros de la organización. Además, el MI5 quería usar una réplica de la Cruz de Hierro para hacer pensar que trabajaban para Alemania.
El agente Jack King era el agente principal de la operación en el MI5. Inicialmente él debía penetrar en la compañía Siemens Schuckert (GB) Lts, sucursal británica del gigante industrial alemán, ya que se suponía que la compañía estaba espiando a favor de Alemania. Pero su misión cambió cuando en 1942 se encontró con Marita Perigoe.
"Ella resultó ser tan violentamente anti-británica y tan ansiosa de hacer cualquier cosa que estuviera en su poder para ayudar al enemigo que se decidió prestarle especial atención a ella", rezan los documentos de MI5. Jack King logró convencerla de que era un representante de la Gestapo, y ella empezó a colaborar con la red, a la que se ofreció tinta invisible para sus comunicaciones secretas.
Aunque los miembros de la organización fueron descritos como "semi-locos", el Servicio de Seguridad descubrió que podían supone una amenaza real para los intereses del Estado. Así, por ejemplo, Hilda Leech, que fue descrita como "inestable y neurótica", pasaba documentos de una investigación altamente secreta sobre el desarrollo de un avión a reacción. Otro miembro con descripción similar, Edgar Whitehead, transmitía información sobre las pruebas secretas de un nuevo tanque anfibio.
La inteligencia británica quería dar a la organización señales y distintivos especiales para que los nazis pensaban que eran signos afines a ellos en caso de invasión alemana, cuando en realidad servían para que la policía pudiera identificar a los miembros de la organización. Además, el MI5 quería usar una réplica de la Cruz de Hierro para hacer pensar que trabajaban para Alemania.
El agente Jack King era el agente principal de la operación en el MI5. Inicialmente él debía penetrar en la compañía Siemens Schuckert (GB) Lts, sucursal británica del gigante industrial alemán, ya que se suponía que la compañía estaba espiando a favor de Alemania. Pero su misión cambió cuando en 1942 se encontró con Marita Perigoe.
"Ella resultó ser tan violentamente anti-británica y tan ansiosa de hacer cualquier cosa que estuviera en su poder para ayudar al enemigo que se decidió prestarle especial atención a ella", rezan los documentos de MI5. Jack King logró convencerla de que era un representante de la Gestapo, y ella empezó a colaborar con la red, a la que se ofreció tinta invisible para sus comunicaciones secretas.
Aunque los miembros de la organización fueron descritos como "semi-locos", el Servicio de Seguridad descubrió que podían supone una amenaza real para los intereses del Estado. Así, por ejemplo, Hilda Leech, que fue descrita como "inestable y neurótica", pasaba documentos de una investigación altamente secreta sobre el desarrollo de un avión a reacción. Otro miembro con descripción similar, Edgar Whitehead, transmitía información sobre las pruebas secretas de un nuevo tanque anfibio.
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