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Ucrania acapara la atención de los presidentes en Normandía
La tensión en Ucrania acapara la atención de los líderes mundiales que se reúnen en Francia para conmemorar este 6 de junio el 70.º aniversario del desembarco de Normandía.
Los líderes mundiales que han acudido a los eventos conmemorativos en Francia, en los cuales participan también cientos de veteranos del desembarco más grande de la historia, aprovechan la ocasión para realizar reuniones cara a cara para discutir asuntos pendientes.
El aniversario tiene lugar en medio del desarrollo del conflicto en Ucrania, y este tema y la tensión que la crisis ha provocado entre Rusia y Occidente es uno de los temas principales en los que se centran las reuniones.
En concreto, la manera de poner fin al enfrentamiento militar entre el Ejército ucraniano y los ciudadanos en el sureste del país estuvo entre los temas abordados en los encuentros de Putin con el primer ministro británico, John Cameron. La cuestión fue negociada también en una entrevista con el presidente francés François Hollande.
La necesidad de acabar con el operativo y abrir un diálogo fue discutida también en las reuniones del canciller ruso, Serguéi Lavrov, con el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry. "Estoy convencido de que el primer paso tiene que ser dado por aquel que se crea responsable de la seguridad en su país", dijo Lavrov. "Ante todo, son personas que se proclamaron autoridades. Es una ley de la política. Por eso la primera medida tiene que ser el cese de la llamada operación 'antiterrorista', que es en realidad de castigo. (…) Lo crucial es acabar con la violencia y empezar las conversaciones".
Sin embargo, es muy poco probable que el ambiente solemne de la reunión ayude a resolver las discrepancias entre los países, opina el analista político Antonio Romea.
El tema fue discutido también en una cena de los líderes del G7, quienes amenazaron a Rusia con posibles sanciones adicionales.
Las políticas del G7, lideradas por Estados Unidos, no ayudan nada al arreglo de la situación, cree Norberto Emmerich, investigador de la Escuela de Relaciones Internacionales del Instituto de Altos Estudios Nacionales.
"Las actitudes del G7 lideradas ideológicamente claramente por el Departamento de Estado y por la política exterior de EE.UU. son de una presión al límite en la situación regional en Ucrania", señala Emmerich, añadiendo que esto "no ayuda para nada al establecimiento de cierta armonía y cierta gobernabilidad en el interior de Ucrania".
Mientras, el recien elegido presidente ucraniano, Piotr Poroshenko, también está invitado por François Hollande a la conmemoración, así que hay probabilidad de que los mandatarios ruso y ucraniano logren hablar cara a cara, aunque por el momento no está prevista una reunión oficial.
El aniversario tiene lugar en medio del desarrollo del conflicto en Ucrania, y este tema y la tensión que la crisis ha provocado entre Rusia y Occidente es uno de los temas principales en los que se centran las reuniones.
En concreto, la manera de poner fin al enfrentamiento militar entre el Ejército ucraniano y los ciudadanos en el sureste del país estuvo entre los temas abordados en los encuentros de Putin con el primer ministro británico, John Cameron. La cuestión fue negociada también en una entrevista con el presidente francés François Hollande.
La necesidad de acabar con el operativo y abrir un diálogo fue discutida también en las reuniones del canciller ruso, Serguéi Lavrov, con el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry. "Estoy convencido de que el primer paso tiene que ser dado por aquel que se crea responsable de la seguridad en su país", dijo Lavrov. "Ante todo, son personas que se proclamaron autoridades. Es una ley de la política. Por eso la primera medida tiene que ser el cese de la llamada operación 'antiterrorista', que es en realidad de castigo. (…) Lo crucial es acabar con la violencia y empezar las conversaciones".
Sin embargo, es muy poco probable que el ambiente solemne de la reunión ayude a resolver las discrepancias entre los países, opina el analista político Antonio Romea.
El tema fue discutido también en una cena de los líderes del G7, quienes amenazaron a Rusia con posibles sanciones adicionales.
Las políticas del G7, lideradas por Estados Unidos, no ayudan nada al arreglo de la situación, cree Norberto Emmerich, investigador de la Escuela de Relaciones Internacionales del Instituto de Altos Estudios Nacionales.
"Las actitudes del G7 lideradas ideológicamente claramente por el Departamento de Estado y por la política exterior de EE.UU. son de una presión al límite en la situación regional en Ucrania", señala Emmerich, añadiendo que esto "no ayuda para nada al establecimiento de cierta armonía y cierta gobernabilidad en el interior de Ucrania".
Mientras, el recien elegido presidente ucraniano, Piotr Poroshenko, también está invitado por François Hollande a la conmemoración, así que hay probabilidad de que los mandatarios ruso y ucraniano logren hablar cara a cara, aunque por el momento no está prevista una reunión oficial.
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